El sueño de la sultana

Isabel Herguera (San Sebastián, 1962) es una directora, guionista y productora española especializada en el cine de animación, en esa feraz cantera de “cartoonists” que existe en el País Vasco desde hace varias décadas. Licenciada en Bellas Artes en la Universidad de Bilbao, se desempeña también como artista visual. Ha trabajado también, siempre en el sector del dibujo animado, en Estados Unidos. Viene haciendo cine de animación desde 1987, si bien hasta ahora había sido en formato de cortometraje o, cuando ha hecho largos, como es el caso de Kalegebiak (2016), lo ha hecho compartiendo la dirección con otros colegas. Este El sueño de la sultana es su primer largo en solitario.

La acción se inicia en la India, donde Inés, una directora española especializada en animación (parece evidente que es un trasunto de la propia directora del film), se encuentra para romper su relación con su pareja hindú. En una librería se encuentra por casualidad con un libro titulado “El sueño de la sultana”, que habla de un país imaginario gobernado por mujeres. La directora queda fascinada por la historia y decide hacer la película, que es “esta” película...

La película, claramente autobiográfica, o al menos con esa inspiración, está dividida en capítulos, a lo largo de los cuales iremos conociendo algo más de la protagonista, que como hemos visto es un trasunto apenas disfrazado de la directora Herguera. En esos capítulos conoceremos algunos aspectos de su vida, como su novio hindú, su casa en Donosti, su relación con su madre en el País Vasco y con su padre en Italia, donde este, un tipo la mar de curioso, rueda películas de Bollywood.

Formalmente hay una clara diferencia entre las secuencias con la directora como protagonista, razonablemente antropomórficas, aunque con colores fuertes y un dibujo premeditadamente tosco, con fondos intencionadamente muy esquemáticos, y las escenas en las que se pone en escena ese “sueño de la sultana” que es el “leit motiv” del film, escenas filmadas de forma muy distinta, acentuando claramente el 2D, muy original, muy naif, imitando bellamente los movimientos de las marionetas.

Esa historia del sueño de la sultana es sin duda lo más curioso de la película, una historia en la que las mujeres consiguen hacerse con el poder recurriendo a la inteligencia, a la astucia, no a la violencia, convirtiendo a ese imaginario país en una tierra idílica, en la que los hombres viven segregados voluntariamente, en lo que parece una extremosa forma de feminismo. El otro tema del film, conectado con el primero, quizá sea la inseguridad en la que, en mayor o menor medida, vive siempre la mujer, todas las mujeres, algo a lo que se alude varias veces, de distintas formas, en la peli, haciendo hincapié el personaje de la protagonista (alter ego de la directora, como hemos visto) en la inseguridad que como mujer ha sentido tanto en países con altos índices de violencia contra las féminas, como India o Bangladesh, como en lugares concretos de Occidente, como en el parque del Retiro en Madrid, dejándose entrever que la directora sufrió algún tipo de agresión de ese tipo en el pasado en España.

A nuestro juicio, El sueño de la sultana es una película de ritmo narrativo irregular, quizá como consecuencia de la bisoñez de su directora en el formato del largometraje, una película que parece mejor como concepto visual, como dibujo, que como historia. En este sentido, las sugestivas imágenes fantásticas ideadas por Herguera son de lo mejor, mucho más interesantes que la propia historia que se nos cuenta. Así las cosas, estamos ante un apreciable “cartoon” en el que (suele suceder, es cierto...) las imágenes son mucho mejores, más creativas, que el contenido argumental, que resulta más endeble. Pero lo cierto es que El sueño de la sultana bien merece la pena, aunque sea sobre todo por sus excepcionalmente sugestivos dibujos. Así las cosas, Isabel Herguera se perfila como una muy interesante directora de animación, muy creativa en sus diseños animados, a la que habrá que seguir la pista.

(04-06-2024)