Hay un dicho que dice que quien es afortunado en el juego es desgraciado en amores, o al revés. Algo de esto sucede en esta comedia llevada a cabo por un joven realizador de tan solo 25 años que tras debutar con una película para video hace con ésta su primera cinta de largometraje para las pantallas comerciales.
La historia trata un tema ya conocido en el cine: un camarero inglés necesita casarse con una chica antes del viernes de esa semana para conseguir la carta verde que le da derecho a trabajar sin problemas en el país del dólar. Para ello se lo pide a la cajera del restaurante, a la que a cambio ha de entregarle 10.000 dólares, y como no los tiene, decide atracar el restaurante.
Dos cosas hay insólitas en esta película, que no llega a tomarse nuca en serio el tema que trata, quedándose en la superficie: uno, el singular decorado supermoderno del restaurante, y dos, los peculiares personajes: aparte del camarero protagonista, está una camarera que sueña con Houdini y sus juegos de magia y evasiones en un minuto, su amiga que diseña sujetadores letales, o el dúo de los dueños del restaurante, que no sueñan más que con el dinero y las apuestas.
La cinta funciona tan solo a ratos, por secuencias aisladas, aunque los actores cumplen con sus cometidos, como la ingenua Rosanna Arquette, el muy personal David Bowie y la segura Eszter Balint, junto a los veteranos André Gregory y Buck Henry. La cinta tiene una cierta crítica a la modernidad a través de la enésima versión de un cuento de hadas.
Encadenadamente tuya -
by Francisco Casado López,
Jun 25, 2011
1 /
5 stars
Todo por una carta verde
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