Pelicula:

Teníamos (ojo al tiempo verbal...) en buena consideración a Sergio Castellitto como director, por su estimable No te muevas (2004), con nuestra Penélope Cruz en el país itálico, un dramón que, sin embargo, no estaba exento de sutileza, con una violencia sorda y un sufrimiento doliente, hacia adentro. Pero, me temo, no tenemos buenas noticias del director italiano (también actor, incluso cuantitativamente más actor que director), porque este su nuevo film como “regista”, como llaman en aquel país al realizador, baja ostensiblemente sobre aquel film de principios de siglo.

Fortunata plantea una situación que podríamos denominar de Neorrealismo 3.0: Roma, en la actualidad. Una mujer, en la treintena, tiene una hija de 8 años, se está divorciando de un tipo infecto (¿por qué hay mujeres que parecen tener una brújula para escoger siempre al hombre equivocado? Gran pregunta, ojalá hubiera una buena respuesta); con problemas económicos, lo fía todo a que, a la vuelta del verano, conseguirá el divorcio y podrá abrir un negocio de peluquería, que es su profesión, aunque tiene serios problemas para encontrar financiación para ello. Entre tanto, un psicólogo ha de analizar a la niña, que tiene algunos malos hábitos...

Parece que Castellitto, con el guion escrito por su esposa, Margaret Mazzantini (autora también del libreto de la mentada No te muevas), pretende hablarnos de la mala suerte histórica, para la ocasión concentrada en una mujer, irónicamente llamada Fortunata, afortunada, cuando, como afirma el coloquial dicho español, no le falta nada más que la dejen preñada... En un entorno hostil, sus únicos apoyos, el vecino depresivo que conoce desde pequeño, y que es como un hermano menor para ella, y el psicólogo de la niña, por distintos motivos, desaparecerán de su vida, dejándola en la estacada económica, social, amorosa, vital, con canallas como el ex, una bestia con pantalones, y con una niña que, con sus escasas luces, la odia “sotto voce”.

Pero el dramón por el dramón poco dice: si lo que nos quiere contar Castellitto es el drama cotidiano de una mujer ordinaria (vale ese adjetivo en sus variadas acepciones en español), con sus grandes secretos, sus grandes traumas, también sus grandes cobardías (éstas reservadas a los varones...), lo cierto es que lo hace en un tono que no llega a encontrar en ningún momento la modulación adecuada, en una historia que parece iniciarse en terrenos del costumbrismo y termina por vestirse con los ropajes del culebrón, de los tonos grandguinolescos. Tanto giro de veleta termina por confundir al espectador, que no acaba de saber qué es exactamente lo que le están proponiendo.

Los personajes se mueven al son que les marca la guionista y el director, no tienen reacciones congruentes; la historia deriva desde la dramedia con mamá estresada hasta la tragedia sobrevenida; la referencia cultista a la Antígona de Sófocles (que la guionista interpretó en teatro, por cierto) resulta pillada por los pelos y fuera de lugar. Aparte de ello, y aunque Jasmine Trinca, la protagonista, intenta un trabajo matizado, en buena parte conseguido, algunas explosiones emotivas en la parte final restan valor a ese esfuerzo. El resto del elenco está correcto, sin alharacas. En todo caso nos quedamos con la aparición, casi ectoplásmica, de la gran Hanna Schygulla, la actriz-fetiche de Fassbinder, ya anciana; recordarla en El matrimonio de Maria Braun, el film fassbinderiano por excelencia, y verla ahora, nos recuerda la famosa sentencia: tempus fugit...


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102'

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Fortunata - by , May 02, 2018
1 / 5 stars
Neorrealismo 3.0