No deja de ser curiosa la simultaneidad de algunos proyectos que llegan al cine a la vez: recuérdense casos sonados, como los de Las amistades peligrosas y Valmont, que recreaban para la gran pantalla el drama de Choderlos de Laclos, o el de 1492. La conquista del paraíso y Cristóbal Colón. El descubrimiento, que pusieron en imágenes al mismo tiempo la aventura colombina. Ahora vuelve a suceder: hace poco más de un año se estrenó en España Truman Capote, excelente aproximación a la etapa de la vida del exquisito escritor en la que un cuádruple asesinato en Kansas le subyugó hasta tal punto que, escrita su obra maestra A sangre fría sobre aquella historia inmortal, nunca más volvió a escribir nada nuevo.
Historia de un crimen revisita el mismo lugar, el mismo episodio, si bien es cierto que el tono que le da el director, Douglas McGrath, es sutilmente distinto al que le confirió Bennett Miller a Truman Capote: aquí la relación entre el escritor y el asesino Perry alcanza cotas de intimidad física que en la otra película apenas si se apuntaban, resultando ser más evidente el vínculo que antes era más sugerido que otra cosa. También se hace más hincapié en la relación de amistad, a ratos casi de odio, entre Capote y la escritora Harper Lee, la autora de Matar a un ruiseñor, y el melifluo acercamiento al que se vio obligado Truman para llegar hasta el jefe de policía encargado del caso y la pueblerina sociedad de Kansas.
Sería injusto comparar ambas versiones, porque las dos son valiosas y aportan una visión estimulante sobre la vida y la obra de Capote, en especial sobre aquel período de su existencia que le cambió, literalmente, la vida. En este caso el director opta por incluir fragmentos de supuestas entrevistas con aquellas personas (interpretadas por los actores correspondientes) que le conocieron bien, con lo que se adhiere también al concepto de mezcla de ficción y no-ficción que estuvo en el germen de aquella novela, A sangre fría.
Es cierto que Toby Jones, el actor que encarna a Capote, se decanta por una interpretación del escritor menos afectada que la que magistralmente realizara Philip Seymour Hoffman en el otro film, pero ambas actuaciones son excelentes, sin que quepa censurar sus composiciones. Sí es cierto que, en este caso, el reparto es extraordinario: aparece gente tan notable como Sigourney Weaver, Isabella Rossellini, Gwyneth Paltrow (ésta en un papel que roza el cameo), el director Peter Bogdanovich (que últimamente hace más películas como actor que como realizador), Sandra Bullock (que parece haber reconducido atinadamente su carrera desde sus comienzos ñoños a personajes de más enjundia), Jeff Daniels y Daniel Craig (tan lejos de su personaje de James Bond en Casino Royale).
(16-06-2007)
110'