John Turturro, el polifacético actor de películas tan dispares como Barton Fink, Rounderso El gran Lebowski, es también un cineasta de apreciables aptitudes. Hace algunos años vimos su debú tras las cámaras, Mac, una biografía de su padre, pretexto para hablar de las dificultades de los inmigrantes italianos en América.
Con Illuminata hace su segunda incursión en la dirección, apartándose ahora de la familia para hacer una historia más convencional. Pero no le queda lejos: Turturro incide en el mundo del teatro, que ya se ve no le es precisamente ajeno. De ahí nace este filme sobre amores y desamores en una compañía teatral que se debate entre dos obras a representar, con sus actores, su autor, su diva, su directora, sus empresarios teatrales y hasta su crítico (con más "pluma" que un pavo real). La intersección entre todos ellos conforma el núcleo de esta historia con cierta frecuencia algo disparatada, con un bajón central en la trama que la hace algo pesada en esa etapa del metraje, pero que en su conjunto funciona por su eclecticismo y sus modos iconoclastas. Además, cosa curiosa, mejora ostensiblemente en las secuencias en las que, prácticamente, "se filma el teatro": ahí está la declamación de Turturro ante el público tras el desmayo del improvisado protagonista, creando un momento mágico de notable altura, al contar una bellísima historia de amor y sufrimiento, contra todo lo establecido, contra todo lo tópico; o la obra teatral inspirada en esa misma historia, concebida por el personaje que interpreta Turturro, puro teatro pero, al mismo tiempo, puro cine, un juego de apariencias y de ficciones, de sentimientos a flor de piel dados con soberana, prístina humanidad.
El elenco interpretativo brilla a gran altura, como era de esperar en una película dirigida por uno de los suyos: destaca el propio Turturro, contenido y sobrio, en un papel muy interiorizado, pero también, para mi gusto, una espléndida Katherine Borowitz y un deliciosamente histérico y amanerado Christopher Walken en su papel de crítico (y es que parece que el director no tiene muy buen concepto de esta nuestra encanallada profesión...).
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