Pelicula:

Esta película se ha podido ver en la Sección Oficial del 15º Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF’2018).

Sudabeh Mortezai es una cineasta de obvio origen iraní, aunque nacida en Alemania y afincada actualmente en Austria. Su formación es plenamente occidental y, aunque ha rodado también en el país de sus ancestros, su cine posee una mirada netamente europea. Tiene también una evidente intencionalidad social, que ya mostró en su primer largometraje, Macondo (2014), la historia de un niño checheno, huérfano de padre por la guerra que asoló (no sé si el tiempo verbal es correcto...) aquel devastado territorio ruso. Ahora, con esta Joy, Mortezai afronta un asunto que quizá pueda parecer ya muy manido, el de la emigración de mujeres africanas a Europa para ser explotadas en burdeles hasta que paguen las desmesuradas deudas que contraen con las mafias que las traen hasta el Viejo Continente, pero que aquí resulta fresco y casi nuevo.

Precious es una chica nigeriana que pacta en su país su traslado a Europa para trabajar. Al llegar a Viena, en Austria, es obligada a prostituirse para pagar la deuda contraída. Joy, una compatriota que está ya a punto de saldar su deuda, se apiada de ella e intenta hacer que se aclimate a su nueva situación.

La mejor virtud de Joy es precisamente su frescura, la sensación de verosimilitud que transmite, una película que pareciera documental, si no fuera porque es ficción, bien que inspirada muy cercanamente en historias que realmente han acontecido.

La película se convierte entonces en el relato descarnado de la explotación de estas dos mujeres (y del resto de féminas que, como el coro griego, estará como paisaje del drama) por las mafias que se las van pasando como ganado, y de las que se irán lucrando en primer lugar los que las llevan hasta Europa como los antiguos esclavos a América, haciendo incluso una especie de subastas que recuerdan poderosamente las imágenes hemos visto en tantas películas yanquis sobre el tema (véase, por ejemplo, la relativamente reciente 12 años de esclavitud), para después ser explotadas por la madame de turno que, aunque se viste de supuesta amabilidad y trato maternal, en realidad es una arpía inmisericorde que busca exclusivamente recuperar su inversión con pingües beneficios.

A la frescura del film contribuye poderosamente una puesta en escena invisible, en la que Mortezai prácticamente no subraya nunca nada: es suficiente lo que vemos para que nos horrorice el mundo de estas mujeres engañadas, violadas, explotadas, un mundo retratado con credibilidad y servido por un grupo de actrices que hacen con estos personajes su primera incursión en el cine: limpias de los habituales vicios de los intérpretes profesionales, resultan convincentes, en especial la que encarna el papel protagonista reflejado en el título, Anwulika Alphonsus, capaz de transmitir con facilidad emociones tales como el dolor, la decepción y el miedo.


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Duración

99'

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Trailer

Joy (2018) - by , Nov 16, 2018
2 / 5 stars
Fresca, devastadora