La tercera película de François Truffaut, tras el trallazo de Los cuatrocientos golpes (1959) y el desconcierto del público en Tirad sobre el pianista (1960), le confirma en su papel dirigente, junto a Jean-Luc Godard, en la renovación del cine francés, en lo que dio en llamarse Nouvelle Vague o Nueva Ola.
Jules et Jim, con guión de Jean Gruault (habitual de otro exquisito, Alain Resnais) y del propio Truffaut, sobre la novela de Henri-Pierre Roché, supone una de las cumbres de la obra de este cineasta frío pero internamente tan caliente, y una de las ocasiones en las que el toque Trufaut fue más evidente.
Un triangulo amoroso: una mujer, dos hombres, la amistad, el amor con uno, el amor con otro, todo ello tratándose de usted y con vivisección de bisturí de un entomólogo que tomará partido, inadvertidamente, por las debilidades de las criaturas que analiza.
Hermosa película, tan delicada y a la vez tan fuerte, centra ya la mayoría de las constantes del cine truffautiano: sencillez argumental, actores declamantes antes que intérpretes, fragilidad de los sentimientos. Jeanne Moreau nunca estuvo tan bien, y Oskar Werner repetiría con Truffaut en la espléndida Fahrenheit 451 (1966).
(24-09-2004)
105'