El género de aventuras, que en otros tiempos se prodigaba en el cine norteamericano, últimamente está bastante olvidado, salvo algún gran éxito aislado como la serie de Indiana Jones, Piratas del Caribe, etc. Pero de vez en cuando surge alguna producción que sin ser un “blockbuster”, sin embargo tiene un cierto éxito siendo una película con presupuesto discreto, como es el caso de la presente La ciudad perdida (2022) que comentamos. No confundir con La ciudad perdida (2005), dirigida e interpretada por Andy García, con Dustin Hoffman e Inés Sastre. Si en algún momento vieron el film Tras el corazón verde (1984), dirigido por Robert Zemeckis, con Michael Douglas y Kathleen Turner, en esta ocasión se toma un esquema algo similar, con algunas diferencias.
Loretta es una autora de novelas románticas que está en una gira de firma de su último libro en cuya portada figura Alan, un modelo que representa al protagonista, que enamora a las lectoras, que le acompaña para contestar a sus preguntas en un coloquio. Tras un incidente, Loretta es secuestrada por un millonario que busca la corona de fuego, un tesoro que se cita en sus libros, que está escondido en una isla de cuyo lugar tan sólo tiene un fragmento del mapa que lo indica que debe ser traducido por Loretta, experta en descifrar esos misterios. La promotora y Alan contratan a un especialista para que la encuentre y éste lo acompaña para demostrar que puede ser tan héroe en la vida real como en las páginas de las novelas.
Esto no es más que el arranque de esta historia de aventuras en la que se ven implicados los diferentes protagonistas en el corazón de la jungla por diversas razones y que como todas estas novelas románticas ya se sabe cómo terminan, por lo que no desvelamos nada que no se sepa de antemano. Lo que no se sabe es que uno de los personajes desaparece al poco de comenzar.
En la acción se alterna la aventura con las escenas románticas y unas gotas de humor, que es como una bocanada de aire fresco que nos recuerda a los tebeos que leíamos de pequeños.
La cabecera del reparto está compuesta por Sandra Bullock, Channing Tatum, Brad Pitt y en el personaje del malo Daniel Radcliffe, papel que no le va mucho, y como breve aporte cómico Da'Vine Joy Randolph, con un correcto trabajo actoral. La dirección en este caso está compartida por los hermanos Adam y Aaron Nee, que es el tercer largometraje de ficción que realizan siendo el primero de ellos que podemos ver en nuestras pantallas. El guion no encierra ningún misterio y está llevado a buen ritmo, por lo que la cinta consigue el objetivo propuesto, que no es otro que el de entretener y divertir al espectador.
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