Pelicula:

Richard Brooks fue un cineasta que se reputó menor en el cine de Hollywood clásico, pero que sin embargo en la realidad consiguió un puñado de buenas o muy buenas películas que le hace más importante de lo que generalmente se le reconoce. Procedente del campo del guion, durante los años cincuenta y sesenta vivió su mejor época profesional, con títulos como Semilla de maldad (1955), Los hermanos Karamazov (1958), sobre la novela de igual título de Dostoievski, El fuego y la palabra (1960), Dulce pájaro de juventud (1962), adaptación de la homónima obra teatral de Tennessee Williams, y las que quizá sean sus obras maestras, el duro western crepuscular Los profesionales (1966) y el thriller judicial A sangre fría (1967), sobre el famoso libro original de Truman Capote.

Sobre la también prestigiosa obra teatral de Tennessee Williams, La gata sobre el tejado de zinc caliente, Brooks, autor de un más que estimable pulso narrativo, como acreditan los títulos citados, consiguió otra de sus películas más reconocidas y paradigmáticas, la historia de una familia de la alta burguesía, azotada por la noticia del cáncer incurable del anciano y carismático padre, y en la que el hijo de este y su mujer mantienen un enfrentamiento soterrado por cierto asunto sentimental que afecta a ambos.

Buen cine sureño, en el que casi se puede palpar la atmósfera asfixiante, supuso una de las mejores y más estimulantes traslaciones a la pantalla del universo tórrido, apasionado y morboso del dramaturgo Williams, a lo que no fue ajeno sin duda la actuación de un elenco artístico como para quitar el hipo: Liz Taylor y Paul Newman, ambos en su mejor momento físico, pero también un notable reparto de secundarios, con los grandes Burl Ives, Judith Anderson (la inolvidable ama de llaves de Rebeca) y Jack Carson.

La película fue nominada a 6 Oscar, yéndose absurdamente de vacío de la ceremonia: lo que es la miopía. Sin ir más lejos, la Mejor Película, según la Academia, fue Gigi, de Vincente Minnelli, interesante pero ni de lejos del nivel y la hondura psicológica de la película de Brooks. Como curiosidad, en su estreno en España, en plena dictadura franquista, se amputó en el título de la película el adjetivo “caliente”, que el censor de turno debió interpretar (quizá no estaba muy desencaminado...) como una alusión erótica “sotto voce”.


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

108'

Año de producción

La gata sobre el tejado de zinc - by , May 06, 2019
4 / 5 stars
Atmósfera asfixiante