Sin llegar a la altura de sus grandes películas "británicas" (por el tema), cuales son, para mi gusto, Una habitación con vistas, Regreso a Howards End y, sobre todo, esa pequeña maravilla que es Lo que queda del día, la nueva película de James Ivory, esta La hija de un soldado nunca llora, no desmerece del resto de su filmografía, y desde luego recupera el pulso tras el decepcionante paréntesis de Jefferson en París y Sobrevivir a Picasso.
Aquí vuelve el mejor Ivory, con su guionista de siempre, la estupenda Ruth Prawer Jhabala y ese diseño elegante de su productor Ismail Merchant, todo ello para un producto agradable, aseado, muy a su estilo, que resulta "british" aun sin serlo, como en este caso, la historia (verídica) de un escritor yanqui y su familia en Francia y su regreso, ya en la adolescencia de los chicos, a su patria. La vida de James Jones (de moda desde la adaptación al cine de su novela La delgada línea roja) es el eje argumental de esta historia de padres liberales, hijo adoptado e hija carnal, el nacimiento a la sensualidad, los problemas del despatriamiento, el alcoholismo, la muerte. Todo ello narrado con esa sencillez que parece simplicidad pero que sin embargo es ciertamente tan difícil de conseguir.
Aunque el no contar con actores de la talla de otras películas (estoy pensando en Anthony Hopkins o Emma Thompson) sea un hándicap, a la postre no resulta tan problemático, porque el estilo Ivory lo uniforma todo. En resumen, una buena película, aunque siempre esperamos más de su autor.
La hija de un soldado nunca llora -
by Enrique Colmena,
Jan 01, 2000
3 /
5 stars
Crónica familiar
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