Pelicula: Basado en un popular cómic, el director Stephen Norrington, responsable del éxito del primer "Blade" (también adaptación de un tebeo), acomete ahora su versión para el cine. Lo cierto es que el material de partida era interesante: en el umbral del nuevo siglo XX, que revolucionará la vida de aquellos que osen vivir en él (y no sabían aún de qué forma: dos guerras mundiales, un Hitler, un Stalin, un Pinochet, un Castro, entre otras atrocidades...), Su Graciosa Majestad Británica (por entonces una Reina Victoria a punto de palmarla) encarga a una liga de monstruos parar los pies del megalómano de turno. La parada de "freaks" es más que peculiar: Alan Quatermain, famoso explorador británico, presunto descubridor de las minas del rey Salomón; el inmortal Dorian Gray, creado por Oscar Wilde; el capitán Nemo (aquí con un aspecto hindú que nada tiene que ver con el original) imaginado por Jules Verne; Mina, la mujer vampira, víctima de Drácula; el Dr. Jeckyll y su inseparable (y aborrecido) Mr. Hyde; el Hombre Invisible, imaginado por la pluma de H.G. Wells; y el menos raro de todos (según se vea), Tom Sawyer, creado por la imaginación de Mark Twain.
La recreación de la época victoriana, pasada por el tamiz del terror gótico, es bastante plausible, y ése es otro dato estimulante. Sin embargo, parece que Norrington ha estado más preocupado de la coreografía de las escenas de acción (tan abundantes que el filme debe inscribirse en ese género, en vez de otros posibles como fantástico o aventuras) que en montar una historia creíble y verosímil (dentro de lo inverosímil de lo narrado, es cierto). Así las cosas, hay algunas virtudes evidentes, como la imaginativa puesta en escena o algunos personajes poderosos: véase la nueva vuelta de tuerca que se da a Jekyll/Hyde; pero otros están claramente desaprovechados (el Hombre Invisible, por ejemplo); también es atractivo el tono agorero que impregna todo el filme, presagiando los desastres que el nuevo siglo traería a una forma de entender el mundo tan distinta, tan distante. Pero el conjunto no termina de funcionar. Connery, como siempre, suple con sus muchas tablas y su desmesurado carisma su falta de condiciones físicas para, a su edad, cuando debía estar a base de sopitas y buen vino (o whisky; escocés, por supuesto), andar dando mamporros y volteretas por ahí.

Dirigida por

Género

Duración

110'

Año de producción

La Liga de los Hombres Extraordinarios - by , Sep 10, 2003
2 / 5 stars
Da menos de lo que promete