Pelicula:

Vuelve Polanski por donde solía, por los amados territorios de los personajes encerrados con un solo juguete, ellos mismos, en atmósferas claustrofóbicas, en tensos ambientes donde se desencadena la tragedia conforme la tensión ambiental se eleva, se eleva, se eleva, hasta llegar a ser vital una válvula de escape que deje salir tanto humus, tanto miedo, tanta irracionalidad.


No es éste el gran Polanski de Repulsión o Cul-de-sac, ni tampoco el protodemoníaco de La semilla del diablo. Lleva el cineasta polaco viviendo de las rentas no menos de quince años, desde que en 1979 realizara su última obra maestra, Tess. Pero en el actual y desolador panorama, quien tuvo retuvo, y vale más esta adaptación de un clásico teatral sobre víctimas, verdugos y derechos humanos que tanta parafernalia hueca como abunda en el cine moderno.


Por supuesto que La muerte y la doncella se resiente de su origen teatral, por más que Polanski haya procurado "airear" en lo posible la película, con hermosos aunque estáticos paisajes nocturnos (gallegos, curiosamente, aunque la acción se supone que se desarrolla en Hispanoamérica). Su nudo gordiano, el hecho de que las víctimas tomen el papel de los verdugos y hasta qué punto el ser humano vejado es capaz de humillar también hasta caer en la misma abyección, es hoy por hoy tal vez una atractiva propuesta filosófica, pero desde luego es difícil que suceda: invariablemente los verdugos siguen siendo verdugos, y sus víctimas, víctimas.


Acaso el papel más ambiguo, el del testigo que, a su vez, es el único que pugna por mantener la cordura en este marco de insania, resulte ser también el más culpable: culpable de no intervenir, de no tomar partido, de no imponer el imperio de la razón. Un final en anticlímax tampoco ayuda a levantar un film estimable pero de alicortos resultados para lo ambicioso de su propuesta: de víctimas, verdugos y testigos.


 


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103'

Año de producción

La muerte y la doncella - by , Feb 16, 2020
2 / 5 stars
La víctima, el verdugo y el testigo