La película comienza advirtiendo que no se basa en los Evan¬gelios sino en la novela del escritor griego Nikos Kazantzakis, publicada en 1956. Dividida en tres partes bien diferenciadas, se muestra en ellas la vida cotidiana de Jesús, su oficio de carpintero, su amistad con Judas y Magdalena; luego, su itinerario en cumplimiento de su misión divina; finalmente, la pasión y crucifixión; en ésta se incluye una secuencia, "soñada" desde la cruz, por la cual se imagina hombre casado, rodeado de su amplia familia y amigos, para, finalmente, a instancias de Judas, volver al destino divino señalado por el Padre.
La primera y la última son las más distantes y distintas de lo que tradicionalmente nos ha dado el cine precedente: el factor humano de Jesús se revuelve contra su divina misión y se resuelve en dudas sobre su capacidad para asumirla satisfactoriamente. La intermedia es donde queda de manifiesto la divinidad y, argumentalmente, se usa para mostrar los milagros explicados en el Evangelio.
Es evidente, por tanto, que Scorsese no pone nunca en duda el carácter divino de su personaje sino que enfatiza y subraya el humano para mostrar ambos en antítesis; obviamente, acabará "venciendo" el primero y cumpliéndose la voluntad de Dios Padre.
El contexto humano de un Jesús colaboracionista del invasor romano puede sorprender a un espectador no avisado; el protagonismo de Judas, zelote contumaz, y de Magdalena, solitaria de prostíbulo, sus respectivas participaciones en la vida de Jesucristo, contrastarán con el escasísimo papel otorgado a María, convertida de hecho en madre ausente; o el carácter dubitativo de unos apóstoles que oscila entre la atracción por el carismático personaje y el deseo manifiesto de volver a sus trabajos.
Una lectura psicoanalítica acaso pudiera decir que "la imaginación" de un Dios crucificado ha "ensoñado" su deseo último de ser un hombre como los demás pero las leyes inexorables del Padre le han "condenado" a cumplir su destino. En algunos aspectos, la película de Scorsese recuerda la problemática de los personajes "agonistas" o "luchadores" de la novelística de Unamuno, en conflicto con su sino o en diatriba contra su creador; al tiempo, una narración de contenido ascético-místico que el demiurgo desarrolla en sentido inverso al habitual, es decir como una historia en la que Dios "aspira" a quedarse "en hombre" frente a la persona que, mediante aquel proceso, deseaba elevarse hasta Él.
Rodada en escenarios marroquíes, con fotografía de Michell Ballhaus orientada hacia los tonos ocres y cremas, consigue una ambientación muy natural, muy cercana a lo que pudo ser un entorno rural y campesino de la época, lejos de los paisajes multicolores y espectaculares propios de las superproducciones norteamericanas antes mencionadas.
Destaca, igualmente, una banda sonora original de Peter Gabriel; es sugerente en sí misma aunque en exceso descriptiva y ambientadora para un filme con intenciones de suprimir algunos tópicos y ciertas sublimaciones.
La última tentación de Cristo -
by Rafael Utrera Macías,
Mar 16, 2013
3 /
5 stars
Jesús, Hombre, Salvador
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