El Holocausto judío sigue siendo un filón inagotable como temática cinematográfica, y no sería justo considerar que es sólo porque el negocio del cine esté en manos, fundamentalmente, de hebreos. Este film, del neófito realizador Tim Blake Nelson (también actor de dilatada carrera), es una obra que presenta una perspectiva nueva sobre el tema, la verídica existencia de los llamados "sonderkommandos", equipos de judíos que los nazis reclutaban para la abyecta logística de la llamada Solución Final, la atroz eliminación en serie de hasta seis millones de judíos (y porque no les dio tiempo a matar más...) por el mero hecho de pertenecer a esa etnia. A cambio de tan repugnante tarea de ayudar a liquidar a los suyos, esos grupos mantenían la vida durante cuatro meses y tenían acceso a bienes y pertrechos negados al resto de sus correligionarios.
Plantea Nelson el caso histórico de uno de esos grupos que, a punto de llegar el momento de su propia liquidación, decidieron inmolarse destruyendo los hornos crematorios, tal vez en un deseo de expiar la lacerante culpa de tan execrable ocupación. La soterrada conspiración, el inesperado suceso de una adolescente que sobrevive al gaseamiento, las horribles torturas a las cabecillas del contubernio, todo ello será el nudo de este filme demoledor, que no ahorra escenas durísimas, desde el asesinato en masa en las cámaras de gas a terribles ejecuciones con tiros en la nuca, pero que aun así resulta todavía más duro en los tremendos diálogos entre el personaje de Harvey Keitel, un alto oficial borrachuzo y carente de escrúpulo alguno, y un doctor, húngaro y judío, auxiliar del temible Dr. Mengele, atrapado en el dilema de seguir ayudando en los experimentos contra natura de su jefe o abocar a su familia y a él mismo a la muerte ayudando a los suyos.
Film que impacta en las conciencias y recuerda el extremo grado de abyección al que puede descender el ser humano en la pérdida de su propia humanidad, no sería el mismo sin el espléndido trabajo de un grupo de soberbios actores, desde un Keitel que compone admirablemente el papel del oficial nazi al mando de Auschwitz, hasta unos irreconocibles David Arquette y Daniel Benzali, lejos de los papeles (Scream, Murder One) que los han hecho populares.
(06-12-2001)
108'