El dicho que tradicionalmente afirma que un autor siempre hace la misma película, se hace más efectivo y real en Woody Allen, quien nos ofrece con este nuevo trabajo su película número veintidós, y en la que una vez más repite el tema de la crisis de la pareja que ya había tratado en anteriores películas.
En esta ocasión narra las vivencias y crisis sentimentales de dos matrimonios, centrándose fundamentalmente en la relación de un maduro profesor con una alumna adolescente, argumento al que de alguna forma se le ha buscado similitud con lo ocurrido en la vida real al propio Woody con Soon-Yi Previn, la hija adoptiva de Mia Farrow. Este hecho fue aprovechado para el lanzamiento del film en su estreno norteamericano. A estas alturas no vamos a dudar de la capacidad de Allen para el tratamiento de un tema tan conocido como éste por él, como es la reflexión de las relaciones de la pareja, como en este caso, en torno a la fidelidad sexual, sentimental, emocional, etcétera, en muchos de los casos originados por la diferencia de edad.
Esto lo hace Allen convirtiendo el drama en comedia, sin estridencias, sin tragedias, aunque a veces tenga tramos amargos, inevitables, que producen heridas en ocasiones incurables e incluso desencantos. El tema no es nuevo para Allen, pero sí tal vez la forma elegida para la puesta en escena de su tratamiento fílmico, al emplear una especie de falso documental televisivo, con entrevistas a los principales personajes del drama a cargo de un psicólogo y con una nerviosa cámara a mano, mareante en ocasiones, como si de un amateur se tratara, que se salta incluso las más elementales reglas del lenguaje cinematográfico.
Maridos y mujeres -
by Francisco Casado López,
Oct 30, 2011
3 /
5 stars
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