Parece que Sylvester Stallone se ha convencido ya de que no es actor para la comedia y que a él lo que mejor le van son los filmes de acción, dado su físico, su rostro impasible y su potente musculatura. Tal vez por ello, tras varios fracasos en el género cómico, vuelve de nuevo a lo suyo, una película de aventuras. Y a decir verdad no ha podido caer en mejores manos que las de Renny Harlin, un director escandinavo que es de los que mejor saben llevar a cabo este tipo de películas, como lo acreditó ya en “La jungla 2”.
En esta ocasión se nos narra la historia de un montañero que está traumatizado por creerse culpable de la muerte en una escalada de la novia de su mejor amigo, motivo por el que ha dejado este deporte y se ha convertido en guarda forestal. Pero un día le reclama su ex-novia para rescatar a unos excursionistas en peligro. Estos son un agente del Tesoro y varios delincuentes que tras un accidente aéreo han perdido tres maletas con millones de dólares robados. De esta forma se convierten en guías obligados y rehenes de los malhechores.
Con este esbozo argumental no creemos haber despanzurrado la película, ya que su trama es bastante superficial y no tiene otro suspense que el que se deriva de las acciones que se nos presentan en el film, donde las Montañas Rocosas se convierten en auténticas protagonistas, cuando los actores se encuentran en peligro a tres mil metros de altura y el vértigo y el miedo se hacen presentes. La verdad es que a las películas de aventuras les ocurre muchas veces como a las comedias musicales, que necesitan tan solo un armazón leve, una percha donde colgar las canciones y números coreográficos, y en este caso las acciones violentas, las persecuciones, el riesgo en definitiva que tan acertadamente se apunta en el título de esta cinta.
La película posee varios números fuertes, comenzando por el impresionante rescate del comienzo de la cinta hasta el espectacular accidente aéreo, así como otros muchos salpicados a lo largo de la acción y la violencia que se plantea en su argumento. Es un claro ejemplo de cómo brilla un film cuando tiene una ejemplar puesta en escena para este tipo de películas, que eclipsa a la actuación de los actores o cualquier otro elemento como puede ser la estupenda fotografía o una descriptiva música de Trevor Jones, muy inspirada en algunos momentos. Un espectacular film de aventuras sumamente atractivo.
Máximo riesgo -
by Francisco Casado López,
Dec 20, 2008
3 /
5 stars
Espectáculo en las cumbres
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