Esta película forma parte de la programación del V Festival Internacional de Cine Por Mujeres Madrid (2022). Disponible por tiempo limitado en Filmin.
Tereza Nvotová (Trnava, 1988) es una joven cineasta eslovaca que está haciendo cine desde 2008, hasta ahora con 3 largometrajes de ficción, más varios cortos, documentales y series. Es un firme valor de la joven cinematografía del país, formada en la Academia de Cine FAMU de Praga, en la República Checa. Su carrera es, por ahora, bastante ecléctica, tocando diversos palos.
En esta Nightsiren (título internacional que vendría a ser algo así como «sirena nocturna») la realizadora eslovaca nos presenta una historia ambientada en nuestro tiempo, en su Eslovaquia natal, pero en una comunidad donde las tradiciones y, sobre todo, las supersticiones medievales en torno a las brujas, siguen manteniendo toda su fuerza. Así, conocemos a Sarlotte, chica quizá en la treintena que vuelve a su pueblo natal al ser convocada por las autoridades para tratar la herencia de su difunta madre. La chica tiene un mal recuerdo del pueblo, porque allí, cuando era niña, ocurrió una terrible desgracia, la desaparición de su hermana pequeña tras caer a un barranco en una banal rifirrafe entre las dos crías. A su llegada al pueblo no es bien recibida, porque los lugareños creen que Sarlotte tiene algo de bruja, como la que lo fue oficialmente en el pasado en el pueblo, llamada Otylia. Sarlotte pronto traba buena amistad con otra chica, llamada Mira, que será importante en el desarrollo y desenlace de la historia…
Un rótulo al inicio del film nos anuncia que en algunas aldeas solitarias de la Europa moderna, el folclore y las supersticiones medievales todavía se consideran una forma de vida. Y, en efecto, esa parece la intencion de Nvotová, hablarnos de esa supersticiones en una población atrasada (en la que sin embargo no faltan los móviles ni los rifles modernos…), que cree aún en brujas malignas, maldiciones y conjuros.
Estructurada en 7 capítulos, en los que el protagonismo recaerá sobre algunos de los elementos o personajes esenciales del film (La llegada, El pueblo, Otyla, Hermana…), la película parece intentar una aproximación con clave moderna y fantástica a ese tipo de creencias paganas centroeuropeas que aún anidan en ciertas poblaciones, aunque en nuestra opinión la historia no termina de funcionar, con un mensaje difuso y confuso, un guion con flecos y lagunas, y cierta tendencia al tópico antimachista, con esos hombres que son todos hoscos, o estúpidos, o salidos, o maltratadores, o todo a la vez, tendiendo al elemental cliché de los paletos que odian lo que no entienden. Tienen más interés, según nos parece, las escenas en las que hay un acercamiento entre el ser humano y la Naturaleza, entre la mujer (que no el hombre) y la Tierra, en especial las de la bruja Otyla en los flashbacks en los que nos es dado conocerla, con elementos simbólicos interesantes, como las serpientes y los lobos, que prefiguran un diálogo entre lo racional y lo irracional. En esa línea hay buenos momentos, como la icónica imagen cenital de Otyla rodeada de serpientes, con la cámara en movimiento hacia arriba y fundiendo con la lámina del río donde se bañarán desnudas las mujeres jóvenes que serán las simbólicas sirenas nocturnas. También es muy potente (aunque en el fondo tiene poco que ver con el resto de la peli…) la escena entre fantasmagórica y delirante en la que la protagonista deambula por el bosque, en cuyo suelo, tumbados, aparecen varios cuerpos de mujeres y de hombres desnudos, con una luz espectral sobre ellos, moviéndose espasmódicamente, como una pesadilla, o quizá un peculiar aquelarre.
Pero formalmente la peli no es redonda, con una realización más bien tosca, una historia tirando a marciana y una resolución de las escenas poco imaginativa, siendo a nuestro juicio una obra sin mucho sentido, que intenta buscar lo misterioso, lo telúrico, pero sin fortuna. Estamos entonces ante una película un tanto desvaída, que no termina de encontrar su tono ni tiene demasiado claro qué es lo que pretende.
Por cierto que hay una escena de maltrato animal, que no parece trucada, que entendemos absolutamente injustificada; de hecho, somos de la opinión de que ningún maltrato animal debería tener justificación alguna en un producto audiovisual.
Por otro lado, nos ha gustado bastante la inquietante música de tonos telúricos, no invasiva, manteniéndose siempre en un segundo plano. Aceptable trabajo interpretativo en general, aunque es cierto que, en especial los secundarios, resultan bastante acartonados, bastante elementales en sus personajes.
La película consiguió el Pardo de Oro en el Festival de Locarno, lo que nos hace suponer que el nivel de las obras a concurso no debió ser demasiado alto...
(29-10-2022)
110'