Películas sobre la Segunda Guerra Mundial se han hecho muchas a lo largo de la Historia por las diversas cinematografías de los distintos países, pero lo que no ha sido tan frecuente es verla a través de los ojos de un niño, aunque también hay ejemplos ilustres que se podían citar y que estarán en la mente de los buenos cinéfilos. Ese último aspecto es el que nos ofrece Secretos de guerra (2014), una producción holandesa dirigida por Dennis Bots, que es como un cuento ejemplar sobre la amistad juvenil, la guerra, la libertad, la vida y la muerte.
Durante la ocupación alemana de Holanda, en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, Tuur y Lambert, dos chicos de doce años, son buenos amigos. Sin ser conscientes de la situación en que vive su pueblo, limítrofe con Bélgica, juegan a la guerra por el bosque y van al colegio. Para ellos el conflicto bélico es algo que les queda distante, pero con lo que conviven cada día, aunque no les afecta de forma directa, que es como un juego, hasta que un día se ven metidos de lleno en él poniendo sus vidas en peligro y tomando conciencia de lo que significa a pesar de sus pocos años.
Todo cambia con la llegada de Maartje, una nueva alumna, una chica divertida, de la que ambos se disputan su amistad. Cuando los padres de Tuur y Lambert militen en bandos opuestos verán romperse su amistad. La relación, que entre ellos es ideal, al avanzar la trama se va complicando al no hallar respuestas a lo que hacen los mayores, a las verdades que les ocultan, ante lo que pierden la inocencia infantil demasiado pronto dando paso a una adolescencia prematura.
El guion de Karin Van Holst Pellekaan está basado en el libro del escritor holandés Jacques Vriens, en el que se cuenta que dada la cercanía del pueblo en el que sucede la acción con la Alemania nazi, los habitantes del lugar los tomaban como vecinos y no distinguían entre buenos y malos, acogiendo a emigrantes que deseaban cruzar a Bélgica, tema que incide en un determinado momento de la historia.
Al ser un film infantil el tema de la guerra, aunque no haya ningún disparo, está presente en los bombardeos que se oyen cercanos y en los apresamientos de judíos enviados a los campos de exterminio, aunque a Lambert su padre le diga que son como campamentos de verano.
Drama bélico, familiar e histórico, que está bien dirigido por el holandés Dennis Bots, en el que rastrea las consecuencias de la ocupación alemana en Holanda a través de esta historia de amistad, realizado con eficacia, con un buen trabajo del trío infantil, que se comporta con una gran naturalidad, y que son los que llevan el peso de la película, bien apoyados por los adultos en papeles secundarios, con una buena fotografía de Rolf Dekens.
Por ser una cinta para niños no se profundiza en la crudeza de la guerra, pero sí se les muestra a ellos el derecho a la libertad y a la vida que tenemos todos los seres humanos.
92'