Pelicula:

Después de los 524 millones de dólares que hizo Sherlock Holmes en todo el mundo, era indudable que la secuela se hiciera ya que un productor cuando halla un personaje que da dinero en la taquilla continua con él hasta que se agota.
El sabueso Sherlock Holmes, su amigo el doctor John Watson y el astuto criminal profesor James Moriarty, personajes ideados por Sir Arthur Conan Doyle en 1887 en la primera novela que publicó titulada Estudio en escarlata, son esta vez el nuevo filón descubierto por el cine, aunque estos personajes no sean novedad en las pantallas, ya que ahí está, sin ir más lejos, La vida privada de Sherlock Holmes (1970), que hizo el genial Billy Wilder.


Aquí el matrimonio de guionistas compuesto por Michele y Kieran Mulroney, se ha basado en uno de los relatos cortos que escribió Conan Doyle, exactamente en el titulado El problema final, aunque lo han hecho de manera muy libre y al que se le ha debido añadir bastantes cosas dada la extensa duración de la película que pasa de las dos horas.


La acción se inicia en Londres, en 1891. En varios países del mundo se está asesinando a diversos personajes sin que se encuentre una relación entre los crímenes, pero Sherlock Holmes ve en ello la mano del profesor Moriarty, y se dispone a averiguar la verdad y lo que trata de conseguir con ello.


Como ya sucedía en la primera, en ésta se mezcla la lógica deductiva de Holmes con la pura acción que éste lleva a cabo, algo que no concuerda con el carácter tranquilo del personaje creado por Conan Doyle, aspecto que en este caso está más acentuado que en la anterior, lo que desfigura al protagonista literario, olvidándose de su ingenio y empleando más trucos y disfraces, algunos carnavalescos, que le restan seriedad. Éste no es el personaje de Doyle, ya que se le da más importancia a las persecuciones, peleas, disparos, acrobacias y efectos especiales, que a la intriga y las inspiradas deducciones, que quedan al margen. Para eso mejor que se hubieran inventado un nuevo protagonista pero no se aprovecharían de la fama del astuto detective, aunque poco tiene que ver con él. Se produce así un gran espectáculo visual moderno, con momentos brillantes, para hacer que el film sea lo más entretenido posible, pero el resultado es irregular, con un montaje crispado, aunque no en exceso.


Guy Ritchie repite la fórmula que tan bien le fue en la primera sobre el famoso detective que resolvía enigmáticas e intrincadas tramas criminales de manera serena, descubriendo nimios detalles, que a veces eran difíciles de seguir.


Robert Downey Jr. está desmadrado, un poco pasado de rosca, más sensato y ajustado Jude Law, y mejor que los dos Jared Harris como el serio profesor Moriarty.


El resultado es una producción superficial con una notable ambientación, que entretiene y divierte, pero algo distinta de lo que escribió el famoso escritor.


 


Sherlock Holmes: Juego de sombras - by , Jun 16, 2020
2 / 5 stars
La sombra de Conan Doyle