Pelicula:

Chus Gutiérrez (Granada, 1962) es una guionista y directora de cine con una ya dilatada experiencia en el audiovisual. Al principio de su carrera llamó la atención con algunos títulos “indies” (cuando no “underground”...), como Sublet (1992), peculiar acercamiento al universo neoyorquino de los inmigrantes españoles, en el contexto de las dificultades para conseguir alquilar una vivienda en la Gran Manzana, y Sexo oral (1994), documental de llamativo título en el que un buen número de personas se desnudaban (también metafóricamente, como el título) sobre sus experiencias en materia sexual a lo largo de sus vidas. A partir de ahí desarrolló una carrera de películas pequeñas, de corte comercial pero también hechas con personalidad, como Alma gitana (1996) e Insomnio (1998). En el siglo XXI ha tenido algunos títulos relevantes, en especial los relacionados con el fenómeno de la inmigración magrebí o subsahariana en Andalucía, como Poniente (2002) y Retorno a Hansala (2008). Algunos documentales y cortos, y algún encargo comercial también, como Ciudad Delirio (2014), completaban hasta ahora la filmografía de una cineasta de raza, una irreprochable profesional que, sin embargo, nos tememos no ha conseguido brillar a la altura de su talento.

Esta Sin ti no puedo nos parece que pertenece al cine de encargo que Gutiérrez, por supuesto, pone en escena con absoluta seguridad y solvencia. Lástima que, como afirma el Cantar del Mío Cid, “qué buen vasallo, si tuviese buen señor”: en román paladino actual, qué lástima que tan buena directora haya tenido que rodar un guion tan endeble...

Madrid, en nuestros días. Conocemos a David, profesional de alto nivel, en torno a los 40. Está emparejado desde hace tiempo con Álex, monitor de gimnasio, de similar edad, y ambos comparten una vivienda de lujo en una exclusiva urbanización de las afueras de la capital. Los dos acarician la idea de tener descendencia, bien vía adopción, aunque parece un camino difícil al tratarse de una pareja gay, por lo reticentes que son algunos países a ello, bien vía gestación subrogada, que tiene el inconveniente de ser muy cara. En éstas llega Blanca, la hermana de David, que ha salido de la cárcel tras 8 años de prisión al haber sido considerada en su momento culpable de haber asesinado a sus padres, tras drogarlos, en un incendio, del que sin embargo ella salvó a pura fuerza a David, también bajo los efectos de narcóticos. Su hermano no quiere saber nada de ella, pero la chica, insistente y tozuda, busca la vía del novio para acercarse sibilinamente a la familia que ambos forman...

Alguna vez habrá que hacer algún estudio sobre de qué manera ha influido la financiación fácil y rápida para hacer productos audiovisuales con los que alimentar la máquina de picar carne (léase películas y series) en las que se han convertido las plataformas como Netflix o la poderosa Prime Video, la filial del sector del VoD (vídeo bajo demanda) de la omnipotente Amazon. Estamos ante uno de esos casos, cada vez más frecuente, en el que se rueda o graba una peli o una serie con toda la pinta de, exclusivamente, cubrir un hueco en la parrilla de las plataformas, sin importar demasiado que la historia tenga realmente algo que decir, solo rellenar más o menos apañadamente hora y media de duración para consumo de las voraces masas platoformófilas. Este nos parece que es el caso de esta Sin ti no puedo, coproducción hispano-mexicana con Prime Video detrás, en cuyo catálogo desembocará no tardando mucho, un thriller que recuerda poderosamente aquellos del subgénero “intrusos” que hicieron furor en los USA durante los años noventa, con títulos como Mujer blanca soltera busca... (1992), La mano que mece la cuna (1992) o De repente, un extraño (1990), películas en las que la intrusión de un elemento ajeno al núcleo familiar provocaba una auténtica catástrofe en la vida de sus desprevenidas víctimas, si bien en este caso, ya que los tiempos cambian, habrá algunas inesperadas variantes, desde el de carácter rijoso y sexual, hasta el de un penúltimo giro de guion que lo cambiará todo.

Pero el guion de Frank Ariza, sobre una idea propia, y la habitual coguionista de Icíar Bollaín, Alicia Luna, dista mucho de ser ni medianamente decente, lleno de tópicos y de actitudes incoherentes en los personajes principales, con apuntes de líneas argumentales colaterales que se quedan en nada, con una intriga que funciona solo en la medida en la que Chus Gutiérrez, con su buen oficio, consigue que aquello produzca algo parecido a cierta tensión en el espectador, que es a lo que legítimamente aspira el film, dado que estamos en un thriller.

Tenemos entonces un vistoso envoltorio, en una película con buena factura, puesta en escena con toda corrección e incluso con fogonazos de talento, con una elegante filmación que resulta una gozada desde un punto de vista puramente visual, pero con un contenido, la feble historia narrada, plagada de lugares comunes, con personajes poco o nada desarrollados, en un thriller que ciertamente es manifiestamente mejorable en su trama, que no en su look y en su envoltura formal.

Endebles los actores principales, en especial los mexicanos, que no nos terminamos de creer. Mejor los españoles, sobre todo los secundarios, con un Pedro Casablanc que, como siempre, está muy entonado, y las siempre estupendas Elena Irureta y Mercedes Hoyos, aunque nos quedamos con las ganas de ver más a la sevillana, con un papel demasiado corto en el que, sin embargo, ensaya un muy satisfactorio acento mexicano.

(08-06-2022)


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

89'

Año de producción

Trailer

Sin ti no puedo - by , Jun 08, 2022
2 / 5 stars
¡Qué buen vasallo...!