Pelicula:

Terminator (1984), dirigida por un entonces no demasiado conocido James Cameron (faltaban 13 años para Titanic), se convirtió instantáneamente en un fenómeno taquillero pero también gozó de amplio reconocimiento crítico; el film hizo de Arnold Schwarzenegger una estrella de Hollywood y creó un icono popular plenamente identificable dentro de la cultura de masas. Después se han hecho hasta cuatro continuaciones: Terminator 2: El Juicio Final (1991), seguramente la mejor de todas; Terminator 3: La rebelión de las máquinas (2003), seguramente la peor de todas; Terminator: Salvation (2009) y Terminator: Génesis (2015), ambas no demasiado inspiradas pero que mantenían el tipo, e incluso una serie de televisión, Terminator: Las crónicas de Sarah Connor (2008). Quiere decirse que hay todo un “corpus” audiovisual sobre este fenómeno popular, aunque no queda demasiado claro qué aporta esta quinta y nueva secuela de la original entrega.

México, en nuestros días: como es habitual en la saga, casi simultáneamente aparecen de la nada dos androides, uno con forma de mujer, otro con forma de hombre. La primera realmente no es un robot, sino que se trata de Grace, una humana “mejorada”, según explicarán más adelante; el segundo, un REV-9, es una variante aún más mortífera del famoso y polimorfo T-1000 que aterrorizó a los protagonistas de Terminator 2: El Juicio Final. Ambos buscan a Dani Ramos, una veinteañera que vive en México con su padre y su hermano; Grace la busca para protegerla, REV-9 para eliminarla... Pero aparecerá otro elemento, esta vez humano: Sarah Connor, tantos años después...

Lo cierto es que Terminator: Destino oscuro recuerda demasiado a otras entregas de la serie cinematográfica: otra vez tenemos a alguien venido del futuro para proteger a la que supuestamente dará a luz al salvador de la Humanidad (sí, hay connotaciones religiosas evidentes; de hecho, en un momento dado se llega a decir, textualmente, “otra Virgen María”...), aunque ya veremos después que hay cierta variación sobre este tema: tendremos a otro robot tipo Supermán (solo le falta volar y fardar de capa...), pero en plan villano, al que no hay forma de matar de ninguna manera y que en su afán por cargarse a su objetivo es más pesado que un tanque en la solapa; tendremos un universo fundamentalmente mexicano, como ocurría en buena parte del metraje de Terminator 2. Y, por supuesto, tendremos innúmeras escenas de acción, a cual más espectacular (la persecución con una especie de quitanieves tamaño “king size” es ciertamente tremebunda). Pero, en el fondo, no existe una progresión real de la historia, más allá de que ahora se juegue con una línea temporal distinta de la inicialmente manejada y tengamos (otra vez) a otro salvador (salvadora...) luchando con las aviesas máquinas de la inteligencia artificial.

Es más de lo mismo, entonces, y parece que lo que ha interesado a James Cameron, que es quien está detrás de esta sexta entrega como productor, más que continuar coherentemente la historia, es hacer caja, aunque nos parece que va a pinchar en hueso: con un presupuesto de 185 millones de dólares, el primer fin de semana en el mercado USA-Canadá se ha saldado con solo 29 millones de recaudación, lo que hace prever que, posiblemente, la película no funcione aceptablemente en taquilla. Así las cosas, quizá sea el momento de dejar reposar ya definitivamente esta saga que, a la vista está, resulta agotada, más allá de que aquí se den cita algunos de los míticos intérpretes de la película original: además de Schwarzzie, sin cuya imagen (aunque en algún capítulo de la saga haya sido casi un cameo, y además digitalizado) no se entiende la serie, está Linda Hamilton, la primitiva y carismática protagonista de las dos primeras entregas.

Quizá como única aportación realmente relevante podría interpretarse la lectura en clave de mujer de la película, pues aquí el predominio de los personajes importantes (y positivos) es abrumador a favor del género femenino: la protectora venida del futuro, la chica a salvar, y la protectora “senior” llegada, metafóricamente, del pasado; solo hay uno de los “buenos” que sea varón (al menos de apariencia: ya sabemos que es una máquina), el personaje de Schwarzzie, y este tiene un pecado original, por decirlo en términos bíblicos, del que tendrá que redimirse con su inmolación para salvar el futuro de la Humanidad; y, en el bando contrario, otra máquina con aspecto masculino, un artefacto carente absolutamente de cualidades humanas; la empatía, la piedad, la emoción, desde luego, no se las pusieron de serie, ni siquiera como accesorios opcionales...

Film entonces con  una mirada más femenina que las anteriores entregas, aunque en el fondo se gasta el mismo nivel (o más...) de testosterona que las otras, Terminator: Destino oscuro está dirigido por Tim Miller, un cineasta que procede del departamento de efectos visuales, en los que ciertamente la película es una maravilla. Como director solo tenía hasta ahora un largometraje, Deadpool (2016), el más desvergonzado de los tíos en mallas de Marvel, con el que consiguió un producto apañado y bastante distinto a los habituales de la casa de cómics. Aquí confirma su capacidad como  profesional para enjaretar historias con secuencias de percutante acción, aunque también que, cuando se trata de rodar escenas dramáticas no raya a igual altura.

El resultado global, sin ser decepcionante, no se puede decir que sea como para pedir que siga la serie: entiérresela dignamente, sin dar lugar a esa lastimosa tendencia que suele existir en el audiovisual, de exprimir el limón hasta que no quede nada.

Entre los intérpretes, nos quedamos con la presencia madura y poderosa de Linda Hamilton, que confiere a su personaje una mezcla de dureza y críptica sensibilidad muy interesante; Arnold se limita a poner el careto: tampoco se le pedía mucho más... Del resto nos quedamos con Mackenzie Davis, una joven actriz canadiense a la que auguramos un estimulante futuro. Por cierto, como la película se rodó en buena parte en España, aparecen varios actores y actrices de la vieja piel de toro: Enrique Arce, Tristán Ulloa, Alicia Borrachero, todos muy correctos en sus cortos personajes.

(06-11-2019)


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128'

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Terminator: Destino oscuro - by , Nov 06, 2019
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