Pelicula:

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Kitty Green (Melbourne, 1984) es una guionista, productora y directora australiana formada en el prestigioso Victorian College of the Arts de su tierra. Tiene una carrera todavía no demasiado larga, compuesta por dos documentales de largometraje, otro en formato corto, y este largo de ficción, con el que se estrena (quién lo diría) en el cine comercial al uso. Su cine ha estado siempre, de una manera u otra, relacionado con la mujer actual y las problemáticas que la asuelan. Así, en Ucrania no es un burdel (2013), documenta el movimiento FEMEN, nacido en el país europeo del título, cuya lucha feminista se caracteriza, al menos en su forma más llamativa, por las protestas que sus militantes realizan en eventos de todo tipo (generalmente de corte clara o veladamente machista) con los pechos al aire. El film fue premiado en Venecia, dándole una visibilidad importante que le permitiría continuar con su carrera con el corto documental The Face of Ukraine: Casting Oksana Baiul (2015), en el que presentaba un casting para interpretar a una gloria nacional ucraniana, la Oksana Baiul del título, patinadora que ganó un oro olímpico en 1994, y con el que se adentra en un fenómeno, el de las niñas emperifolladas y sexualizadas como si fueran adultas, que constituirá también tangencialmente el tema de su siguiente film, el largo documental Casting JonBenet (2017), un curiosísimo acercamiento al asesinato de la niña JonBenet Ramsey, uno de los grandes dramas nacionales norteamericanos, el caso de una pequeña de 6 años, ganadora de varios concursos de misses infantiles, que apareció en 1996 en el sótano de su casa, estrangulada, tras haber denunciado sus padres su desaparición, sin que se haya sabido nunca quiénes fueron sus asesinos.

Ahora, con esta The assistant, Green rueda su primer largo de ficción, aunque es cierto que se aprecia, a ratos, cierto toque casi documentalista. La acción se desarrolla en nuestros días, en Nueva York, en fecha indeterminada. Conocemos a Jane, una joven asistenta en una productora audiovisual; lleva allí trabajando cinco semanas. Es eficiente, callada, y, como el “último mono” que es, se tiene que comer todos los marrones que no quiere nadie. Se ha percatado de que su poderoso jefe mantiene relaciones sexuales esporádicas con chicas que llegan a la oficina casi siempre para temas de trabajo: supuestas actrices o nuevas asistentas, por ejemplo. Cuando uno de los días se encuentra con que una chica, muy joven, camarera y sin formación alguna, es convocada para ejercer de asistenta, y es alojada en un lujoso hotel al que se dirige el libidinoso jefe, ata cabos y decide, tras reflexionar sobre ello, denunciarlo en la oficina de Recursos Humanos de la compañía. Pero quizá su denuncia no tenga el efecto que ella esperaba...

The assistant denuncia, calladamente y sin escenas de impacto (siendo por ello tanto más valiosa, al no buscar la espectacularidad ni el dramatismo vacuo), el fenómeno de la execrable utilización sexual que se ha dado, se da y (me temo) se dará en el sector audiovisual (y seguramente en otros muchos sectores), por parte de los poderosos hombres de los que dependen las carreras de sus víctimas. Ese fenómeno, denunciado vigorosamente hace unos años por el llamado Movimiento #MeToo, iniciado por el señalamiento del productor Harvey Weinstein como el depredador sexual que se ha demostrado que era, está de alguna forma en esta película, pero hecho de tal manera que obvia, como decíamos antes, las escenas impactantes, para quedarse en la mirada de esta frágil pero eficiente asistenta que observa cómo su jefe usa y abusa de su cargo con las chicas que aspiran a algo en cine y televisión. No asistiremos, entonces, a escena alguna de ese corte, sino que será solo la mirada de la joven Jane la que nos alerte de la ignominia; serán entonces algunas sospechosas imágenes tras cristales translucidos, o un pendiente olvidado en la oficina, o el alojamiento de una asistenta sin formación en un lujoso hotel, las pistas que la chica tendrá, y las que tendremos también como espectadores.

En una escena antológica, cuando la protagonista acude a denunciar, tragándose su timidez, la actitud depredadora de su jefe, nos encontraremos con que los indicios por ella narrados al jefe de Recursos Humanos, dichos en voz alta, resultan ciertamente dudosos, por no decir inconsistentes; en ese careo entre los dos se establecerá, sin embargo, dos circunstancias llamativas: la sutil humillación que le inflige el tipo, acosándola para que se retracte, y, una vez conseguido ello, la confirmación abyecta de que todo es cierto, condensada en una frase demoledora, dicha al final de la entrevista: “no te preocupes, no eres su tipo”...

Pero, con ser ese el tema central del film, la confirmación (por si no lo sabíamos ya) de esa execrable lacra que es la del abuso de poder para fines sexuales que coarta la libertad de la mujer, no es el único; también llama la atención la mirada hacia la protagonista y cómo es objeto de la indiferencia, cuando no del desprecio por parte de todos los miembros de la oficina: hasta sus pares, los dos compañeros varones que comparten despachito con ella, le derivan todos los problemas que ellos no quieren, le lanzan pelotitas de papel para llamar su atención, actúan de forma paternalista corrigiéndole los emails... incluso otras mujeres la ven como un mueble, puede estar a su lado realizando su callada labor mientras que ellas hablan sin ningún tipo de reparo de cualquier asunto como si no hubiera nadie... porque para ellas, no hay nadie...

Película de un laconismo y una sobriedad casi espartanas, se recrea en las múltiples tareas que lleva a cabo la protagonista a lo largo de ese día al que se nos permite asistir, casi como un docudrama, aunque no lo sea. Detallista, es también muy bressoniana, tanto formalmente como de fondo. Con una puesta en escena cortante, seca, sin concesiones a la galería, ascética, la película es también una mirada entre la entomología y la velada emoción hacia la vida de la protagonista, volcada totalmente en su trabajo, sin una vida social ni sentimental que merezca llamarse así, en un trabajo que la mantiene ocupada de sol a sol, con compañeros para los que es un cero a la izquierda, con un jefe que la maltrata psicológicamente y la veja continuamente. Viendo esta The assistant nos acordamos de La chica de la fábrica de cerillas (1990), aquella peli de Aki Kaurismäki a cuyo lado, en palabras de su autor, el cine de Bresson era frívolo.

Pero Green no enfatiza esa vida triste y mortecina, no se ceba en ella: simplemente nos la muestra, casi nos la de-muestra, como la documentalista que, en esencia (aunque haga ficción), probablemente sea. Una vida gris, la existencia mínima de alguien que intenta hacer las cosas bien, que quiere ser honesta a carta cabal, y que, tragándose su casi patológica timidez, da el paso de denunciar la conducta abusiva de su superior, para finalmente tener que envainársela y encontrarse a los pies de los caballos; cuando llegue el final de la larga jornada, ya de noche, sabrá que, como una moderna, libérrima Sísifo, tendrá que revivir, día tras día, las humillaciones, las vejaciones, las indiferencias, los menosprecios de seres que supuestamente son sus congéneres.

El ascetismo de la película se convierte, así, en su estilo, en un estilo en absoluto superficial ni vacuo, un estilo que es a la vez fondo: la visión de esta vida de galeote sin galera, de esta mujer que intentó hacer lo correcto aunque finalmente entre todos la vencieran, perpetuando así a su pesar la coerción de la libertad sexual femenina por parte de los que tenían poder para hacerlo, termina siendo una poderosa carga de profundidad que se aloja en el espectador y no le abandona tan fácilmente.

Prodigioso trabajo de la protagonista, Julia Garner, transmitiendo nítida pero sutilmente una impresión de fragilidad y eficiencia, características que no es fácil que vayan juntas. Del resto nos quedamos con un estupendo Matthew Macfayden, que sabe conferir matices insospechados a su (odioso) papel de jefe de Recursos Humanos, desde la inicial complicidad hasta la pavorosa (sin levantar la voz) laminación de la protagonista cuando se apercibe de lo que esta denuncia.

(03-03-2021)


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87'

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The assistant - by , Mar 03, 2021
4 / 5 stars
“No te preocupes, no eres su tipo...”