Pelicula:

[Esta película forma parte de la Sección Oficial del 21 Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF’2024)]

Ramon Zürcher (Aarberg, 1982) es un guionista, director y productor de la Suiza germanófona, que inicialmente se graduó en la Universidad de las Artes de Berna, especializándose en pintura y videoarte. Posteriormente se interesó por el cine y se graduó en dirección cinematográfica en  la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín, la prestigiosa DFFB. Quiere esto decir que Ramon Zürcher (que tiene un hermano gemelo, Silvan, con el que comparte una compañía productora, muy apropiadamente llamada Zürcher Film) es hombre de exquisita formación, aunque nos parece que en esta que se presenta como el tercer capítulo de la “trilogía animal” no ha estado muy fino...

Los anteriores capítulos de esta trilogía lo componen The strange kitten y La chica y la araña; en todos ellos hay animales (mayormente gatos, pero también otros), parientes y amigos. Conforman un microcosmos con frecuencia entre lo realista y lo absurdo. En esta The sparrow in the chimney (literalmente, “el gorrión en la chimenea”) hay de todo eso, pero nos parece que Zürcher y su gemelo (que lo acompaña en el guion, además de en la producción) no han andado esta vez muy finos...

La  historia se ambienta en nuestro tiempo, en Rappersvill, una ciudad de la suiza germanófona. A la casa familiar heredada de su madre por Karen (que vive allí con tres de sus hijos: una veinteañera, un niño como de 11 años, y otra niña como de 7), llega su hermana Jule (y el marido), con la que tiene una relación peculiar, de amor/odio. Se celebra el cumpleaños de Markus, con el que su esposa Karen tiene una relación de odio/odio, aunque no se terminan de divorciar. Los hijos del matrimonio también tienen lo suyo, con la veinteañera aquejada de una extraña enfermedad que parece le irá solidificando el cuerpo, y el hermano con problemas de “bullying” a manos de compañeros del colegio, que le pegan con frecuencia, desconociéndose por qué (si es que hay alguna razón para el acoso escolar...). Aparecerán algunos otros personajes, como otra hija de Karen y Markus, ya adulta, que vive en otra ciudad, y una expirómana que se encarga de cuidar a los perros y al bebé de Jule (eso es tener fe en las personas, y lo demás es cuento...), además de pegarse un revolcón con Markus, de donde se infiere que la inquina de Karen hacia el marido debe radicar en el hecho de que este se tira a toda la que se ponga a tiro...

Se ha invocado, a vueltas con esta película, el sagrado nombre de Ingmar Bergman, y la verdad, nos parece que ello entra de lleno en la blasfemia cinéfila. A ver, se entiende lo que intentan los hermanos Zürcher, hacer una especie de radiografía de una familia en demolición (frase que entresacamos de la gacetilla, porque la verdad es que es muy atinada), pero de ahí a hacer alguna comparación con el genio de Gritos y susurros, Persona o El séptimo sello hay lo que se dice un abismo.

Porque las diferentes historias que cuentan los Zürcher sobre sus atribulados personajes, en general, nos dejan mayormente al pairo, una serie de escenas en las que casi todos se odian, no sabemos por qué; parece que por una infancia en la que la madre se acostaba con otra señora y el padre se pegó un tiro delante de su hija Karen, entonces una adolescente, con lo que al menos sí podemos imaginar que la amargura reconcentrada de ésta, incapaz de amar a nadie de los suyos, ni siquiera a sus hijos, le viene de aquel trauma.

Pero todo ello está contado de una manera que, la verdad, no nos interesa casi nunca, queriendo jugar con elementos como los numerosos espejos que aparecen por toda la casa, donde Zürcher quiere reflejar a sus personajes, pero sin que ese reflejo nos diga nada que no sepamos; o incluya (mediante la tecnología digital) cada dos por tres una o varias mariposas en las escenas, fuera de la casa, pero también dentro, en un toque entre lo surrealista, lo ecológico o simplemente lo estúpido; o haga que no haya un solo morreo (de los que hay varios, de todo pelaje y jaez) que no tenga su correspondiente testigo: claro que con toda la gente que hay en la casa, que parece el camarote de los Marx, lo extraño sería que no hubiera testigos...

Todo ello adobado con la correspondiente dosis de abundante sangre y excesos cuasi “gore”, como la veinteañera rallándose la mano como si fuera un queso parmesano, la madre achicharrándose la suya (la mano, no el queso parmesano) bajo el agua hirviendo, o burradas como meter el gato en la lavadora y ponerla en marcha, excentricidades (en este último caso criminal, además por parte de uno de los escasos personajes más o menos positivos de la película) que no terminan de entenderse, por muy traumatizados que estén todos (que lo están...).

Película que se quiere más importante de lo que es, nos parece un experimento fallido que busca interpretar una degradación familiar, o quizá, tirando por elevación, la degradación de toda familia como institución, aunque desde luego otros (Bergman, sin ir más lejos, ya que lo han invocado) lo han hecho con mucho más tino, con mucha más sutileza que este drama en el que la brocha gorda ha sustituido al fino pincel, y así es difícil acertar. Y es que, sin ánimo de generalizar, el cine germanófono muy sutil no es, no...

Para remate de los tomates, tiene un final a lo Casa en llamas, la película española que en este 2024 ha sido todo un éxito comercial (a su escala, por supuesto) en nuestro país. Se ve que, con todo el problema que hay de vivienda, en España y en todo el mundo, a los autores de ambas películas eso de quemar una casa les parece el no va más... Se ve que ellos no deben tener problemas en ese sentido...

Correcto trabajo de los intérpretes (mayormente las mujeres: los hombres son poco menos que zombis, o están permanentemente salidos, o las dos cosas...), poco o nada conocidos fuera del microcosmos germanófono.

(08-11-2024)


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

117'

Año de producción

Trailer

The sparrow in the chimney - by , Nov 08, 2024
1 / 5 stars
Casa en llamas