Pelicula:

En un pueblecito americano, en un hotel a las afueras, vive un tal Judd, un individuo desequilibrado que es el propietario del hotel, un tipo que tiene como peculiar mascota a un cocodrilo de grandes dimensiones. Pronto comenzarán a llegar algunas personas al hotel de marras, con las previsibles consecuencias...

Tobe Hooper se hizo internacionalmente famoso con su cinta La matanza de Texas (1974), un producto muy barato que produjo una auténtica conmoción por lo morboso de sus imágenes, por el desusado sentido para provocar el pavor que demostraba el realizador, en un film asombrosamente natural y espontáneo, de una originalidad muy destacable, hecho casi literalmente con tres perras gordas, un film que, a la larga, se ha convertido en una obra de culto.

Al calor de aquel más que notable éxito, Tobe Hooper se lanzó a hacer dos años después el más difícil todavía, y recrea en esta Trampa mortal un tema con cierto parecido, aunque con un resultado, a nuestro juicio, bastante menos redondo. La película tiene aciertos parciales estimables, como la creación de un ambiente profundamente desagradable, malsano, que envuelve toda la cinta, o una utilización bastante inteligente del lagarto en cuestión, que sólo aparece en planos cortos y casi siempre muy oscuros, para propiciar que la mente del espectador haga el resto del trabajo. Están también bastante logradas las sucesivas escenas de los bárbaros asesinatos del demente del hotelito, y el montaje, funcional pero eficaz.

Sin embargo, la historia carece de la extraña naturalidad sádica (si vale el oxímoron...) que caracterizaba a La matanza de Texas. Quizá ello se deba en parte, además de que la anécdota está muy estirada, a que su anterior película se filmó casi toda ella en exteriores naturales, mientras que en Trampa mortal se usa y abusa del decorado a lo Tennessee Williams (ya saben, el tórrido y sudoroso sur...). También habrá que achacarle a la película de Hooper su obsesión por imitar los logros del anterior film. Si en La matanza de Texas el uso de una motosierra fue un gran acierto, creando escuela en el cine de terror, aquí se intenta repetir el número con una guadaña de enormes proporciones y un cocodrilo de plástico que, aunque bien utilizado, nos recordó por lo rígido al lagarto embalsamado del Patio de los Naranjos de la Catedral de Sevilla...

Hooper intenta repetir también las escenas de persecución a muerte, que fueron otros de los aciertos de su anterior film, pero aquí no andaba muy fino y, ni de lejos, repite el mismo efecto en el espectador.

La fotografía de Robert Caramico es un buen elemento en la creación de ese extraño ambiente al que nos referíamos, y la música de Wayne Bell y del propio Hooper resulta uno de los aciertos del film: sugestiva y discordante, pone un punto de tensión siempre en los sucesivos crímenes. En la interpretación, muy bien Neville Brand, uno de los villanos clásicos del cine yanqui de los años cincuenta, sesenta y setenta, mientras que el resto del reparto resulta más bien discreto.

 (26-10-2022)


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91'

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Trampa mortal - by , Oct 26, 2022
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