La verdad es que los antecedentes del director, el hindú afincado en Inglaterra Bharat Nalluri, no eran buenos: al menos en cine, donde sus créditos se limitaban a la muy flojita “El cuervo: Salvación”, y a ser director de segunda unidad en títulos como “Resident Evil” y “Alien vs. Predator”, lo que no es precisamente un título de gloria. Pero también es cierto que Nalluri tiene una interesante carrera en televisión, con estimables series y telefilmes, y ésa es la vena que, afortunadamente, fluye en esta “Un gran día para ellas”, una comedia que busca acogerse a los códigos del género de los años treinta y cuarenta, lo que son palabras mayores, pero que está resuelta con elegancia, gracia y diversión, lo que es seguramente lo máximo que se puede pedir hoy día a un tipo de cine que brilló en aquellas décadas prodigiosas, bajo la batuta de Wilder, Lubitsch, LaCava, Capra y Hawks, entre otros, pero que hace siglos (medio siglo, concretamente) que perdió el norte de la maestría y se conforma con provocar unas risas o, en el mejor de los casos, unas sonrisas cómplices.
El filme se ambienta en los preocupantes días (después lo fueron más todavía) en los que el Tercer Reich amenazaba un día sí y el otro también con bombardear el Reino Unido, allá por 1940; en ese contexto, una “nurse” de carácter algo complicado, con más hambre que el carpetovetónico Carpanta, aprovecha un resquicio, como clavo ardiendo, para emplearse en la casa de una aspirante a actriz de pocas luces pero bonitas curvas, que intenta hacerse con el papel de protagonista del nuevo musical a montar en Londres, para lo que no duda en sobornar, vía carnal, al productor, un joven tontaina. La “nurse”, estricta pero con mucho sentido común, pone algo de orden en la vida disparatada de esta cabecita loca y, tras varias peripecias, incluso encuentra a su media naranja…
Divertida, agradable, filmada acentuando los tonos levemente (en ocasiones abiertamente) dorados que dominan en los decorados y en el vestuario de las féminas, “Un gran día para ellas” recupera ese cierto humor inteligente, con un toque muy “british”, que es hogaño tan poco frecuente. Nalluri maneja las situaciones con soltura, y sus actores se desenvuelven con frescura, desde una Frances McDormand que está estupenda (y cuándo no es así: incluso en la ligeramente espantosa “Quemar después de leer” estaba bien) a un elegante Ciarán Hinds, seguramente el actor irlandés actual con más “charme” (con permiso de Pierce Brosnan, se entiende…).
Un gran día para ellas -
by Enrique Colmena,
Dec 11, 2008
3 /
5 stars
Miss Carpanta
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