La valía de Tom McCarthy ya fue reconocida en su ópera prima, Vías cruzadas (2003), con varios premios en el Festival de Sundance y en su segundo largometraje, The visitor (2007), con una nominación al Oscar para su protagonista Richard Jenkins.
Ahora nos llega su tercera película, Win Win (2011), que sigue en la misma línea de las anteriores, pero tratando de aproximarse a la gran industria de Hollywood, ya que ésta ha sido producida por una filial pseudoindependiente de la Fox, llevada a cabo con un corto presupuesto y se hace pasar por cine independiente con final feliz.
Mike es un abogado cuyo despacho no tiene más que casos de oficio que no le dan para llegar a final de mes. En el caso de Leo que tiene entre manos, consigue que la juez le nombre su tutor legal, engañando así a su cliente para quedarse con los 1.500 dólares que gana por su trabajo como tal. Un día se presenta en su casa Kyle, nieto de Leo, y descubre que es muy bueno practicando la lucha libre, deporte en el que entrena a unos chicos en su tiempo de ocio, y trata de ayudarle, ya que su madre, de cuyo lado ha escapado, es una alcohólica. Mike no es más que un pobre hombre que con ese minúsculo engaño trata de salir adelante, y con ello ayudar a su familia. En el fondo no es malo, tiene buen corazón, y compensa ese pequeño delito ayudando a Kyle a triunfar e intentar que se reconcilie con su madre, quien ha conseguido regenerarse.
Comedia agridulce, con la crisis económica como fondo, en la que se ven metidos sus personajes, que no destacan por nada en el medio en el que se manejan, con un resultado final algo previsible. Historia de relaciones humanas sobre vínculos y lealtades, que navega entre la comedia y el drama, que toca temas como el sacrificio por la familia, la lucha por superarse y ver realizados los sueños.
Tom McCarthy, que fue muy ponderado con sus dos primeras cintas, sigue investigando acerca de personajes con problemas y con esos escasos mimbres intenta contar un relato de gente sencilla, que lucha por sobrevivir, lo que lo hace bastante real y creíble. Es mejor guionista y contador de historias que director, aunque aquí hace una realización muy correcta, sobria, sin baches, pero le falta un poco de emoción, a tono con lo que nos transmite.
El guion de Tom McCarthy y Joe Tiboni combina el drama personal y familiar con el deporte que hace de metáfora en el tema de la superación de los egoísmos y los conflictos de entidad, a lo que ayuda el buen perfil de los diversos protagonistas, que están bien definidos.
Tiene unos actores acertadamente elegidos, con un gran Paul Giamatti a la cabeza del reparto, al que le van muy bien esta clase de papeles, que sabe bordarlos, y no le van a la saga Amy Ryan, que hace de su esposa, o el veterano Burt Young como el viejo Leo.
Win Win. Ganamos todos -
by Francisco Casado López,
Jul 19, 2011
2 /
5 stars
Un pobre hombre
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