Serie: Bron (El puente)

El cuerpo de una mujer aparece justo en el límite de la frontera entre Dinamarca y Suecia, en medio del puente de Oresund, una gigantesca obra de ingeniería de más de 7,8 kilómetros de longitud, un puente que combina vías para el tráfico de vehículos y para la circulación de trenes, un puente que conecta ambos países. Al estar el cuerpo entre ambos lados de la frontera, el caso es encargado a la detective sueca Saga Norén, de Homicidios de Malmö, y al detective danés Martin Rohde, de la Policía de Copenhague; ambos tendrán que colaborar para desentrañar el misterio, aún más extraño cuando se descubre que el cuerpo está cortado en dos mitades, y que cada parte pertenece a una mujer distinta.

Así comienza esta intrigante serie que, sin duda, se ha convertido en un referente entre las series sobre crímenes, hasta el punto de generar al menos dos remakes en otros países. Así, Estados Unidos y México coprodujeron The bridge (2013), situando la acción en la frontera entre ambos países, en el puente entre El Paso y Ciudad Juárez, y el Reino Unido y Francia hicieron lo propio con la serie The tunnel (2013), ambientada en el Eurotúnel entre ambos estados.

Tiene Bron (El puente) una particularidad que sin duda la hace singular: la detective sueca encargada del caso (junto a su homólogo danés) padece del llamado síndrome de Asperger, una variante en el espectro autista que ha hecho popular el personaje de Sheldon Cooper de la serie The Big Bang Theory. Si en esa serie tal circunstancia permitía presentar situaciones humorísticas por el choque de gente digamos “normal”, para entendernos, con alguien que no tiene conocimientos (ni puede adquirirlos, que es lo peor) de las pautas de convivencia que nos hemos dado a lo largo de muchos siglos de sociedad, en El puente se utilizará como fuente de conflicto entre la policía Asperger, sus consecutivos compañeros daneses y todos aquellos otros que, de una forma u otra, están implicados o relacionados con el crimen del cadáver (realmente dos cuerpos) encontrado justo en la frontera entre los dos países, y de los sucesivos crímenes que ambos habrán de desentrañar en las tres temporadas restantes.

Pero esa singularidad sería poca cosa si se quedara en eso, como parece evidente. Por el contrario, la serie, en las cuatro temporadas en las que se divide, mantuvo un alto nivel al presentar otros tantos casos que formalmente resultaban muy vistosos, urdidos por criminales que, a la manera de la pauta que fijaron films como Seven o El silencio de los corderos, son de una extraordinaria inteligencia y van casi siempre un paso por delante de los detectives, que tampoco es que sean mancos. Durante cuatro temporadas, el creador  Hans Rosenfeldt desarrolla otras tantas historias criminales de complicada resolución, pero a la vez, con buen criterio, entremezcla las vivencias personales, familiares, de amistad, de los dos detectives principales. Tras las dos primeras temporadas, el personaje de Martin Rohde, por diferencias creativas del actor Kim Bodnia, sería sustituido por otro, Henrik, que también daría mucho juego. Si el primero tenía problemas familiares con su exesposa y el hijo adolescente de una relación anterior, este segundo tendrá un grave conflicto psicológico derivado de la desaparición irresuelta de su familia (mujer, dos hijas pequeñas), cuando viajaban en coche por el país.

Como la detective Saga Norén, aparte de su peculiaridad Asperger (o quizá precisamente por ello) tiene también un pasado tormentoso, las cuatro historias de El puente se van trufando de sus propias experiencias personales: habrán de buscar a los distintos asesinos de cada uno de esos cuatro casos, pero también habrán de intentar ponerse en paz con ellos mismos, ardua tarea cuando no saben cómo hacerlo ni cómo gestionar sus respectivos dramas internos.

Gran serie El puente, que combina admirablemente acción, intriga, suspense, inteligencias superlativas, pero también tragedias personales, seres humanos que han de cuidarnos pero que, a la vez, tienen serios problemas para cuidarse a sí mismos, para cuidar a los suyos.

Modélicamente guionizadas y grabadas, las cuatro temporadas de Bron (El puente) son ejemplares, sin que se pueda decir en ningún momento que alguna de ellas flaquea con respecto a las otras, todo un elogio cuando es tan difícil mantener el tipo en estas series tan largas (38 episodios, más de 2.000 minutos en su totalidad).

Excelente el trabajo interpretativo, en especial el de los tres detectives protagonistas, la sueca Sofia Helin, cuyo papel de la policía afectada por el síndrome de Asperger es un auténtico bombón, que ella aprovecha perfectamente, convirtiéndose en el personaje; también está muy bien Kim Bodnia como el primero de los dos detectives daneses encargados de acompañar a la poli sueca, y Thure Lindhardt, que será el segundo, ambos con personalidades muy marcadas y bien diferenciadas, y que suman muchos enteros al interés general de un producto audiovisual que confirma que, como en la literatura, el llamado “nordik noir”, la ficción negra nórdica, está merecidamente de moda.


Bron (El puente) - by , Nov 30, 2019
4 / 5 stars
Cuando Sheldon es mujer, detective y sueca