Enrique Colmena

Dentro de la fiebre que a finales de los años cero y principios de los años diez de este siglo XXI le entró a las televisiones españolas por poner en pantalla hechos y personajes de la Transición, Antena 3 rueda, con dirección de Antonio Hernández (perito ya en este tipo de productos) la miniserie Sofía (2011), que ponía en escena la vida pública de la que fuera princesa de Asturias durante el mandato de Franco y posteriormente reina consorte al ascenso de Juan Carlos de Borbón al trono de España, en 1975. La reina era interpretada por la joven actriz Nadia de Santiago y Juan Carlos por Jorge Suquet. Aparecía, lógicamente, Franco, que tuvo un papel relevante en la vida de Sofía, al hacer el régimen sucesor a Juan Carlos a título de rey. De nuevo será Eduardo MacGregor, que ya lo había hecho antes, quien incorpore al entonces jefe del Estado, un Franco ya mayor que el actor hispano-mexicano ejecutó con sobriedad, como era habitual en él. Como curiosidad, el papel de Don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos, fue encarnado por Juanjo Puigcorbé, actor catalán que años después se reveló como independentista declarado, abogando por una república catalana separada de la monarquía española.

También catalanes son los componentes de La Trinca, el famoso grupo cómico que debutó en los años setenta y que después montarían un imperio audiovisual en torno a la productora Gestmusic, responsable de programas tan populares como Crónicas Marcianas, Operación Triunfo o Tu cara me suena. En 2009 los componentes del grupo promovieron un “reality” llamado Buscant La Trinca, que intentaba encontrar a los tres miembros de una nueva Trinca del siglo XXI. Posteriormente TV3 grabaría la TV-movie La Trinca: biografía no autorizada (2011), comedia musical dirigida por Joaquín Oristrell, con los tres nuevos integrantes de esta Trinca (de efímera vida, todo sea dicho), que recreaba fantasiosamente los primeros años del grupo; el personaje de Franco, con los tintes de la alocada comedia que era el telefilm, aparecerá con los rasgos del actor catalán Agustí Estadella.

Televisión Española graba al año siguiente Carta a Eva (2012), miniserie sobre la visita a España en 1947 de Eva Duarte de Perón, a la sazón vicepresidenta de la República Argentina y esposa de Juan Domingo Perón, presidente de aquel país. La visita, que supuso el comienzo de un cierto deshielo internacional para el régimen franquista, hasta entonces considerado un apestado por las triunfantes potencias aliadas por su alineamiento tácito durante la Segunda Guerra Mundial con las naciones del Eje, traería sin embargo no pocos roces entre la Primera Dama argentina y la pareja gobernante en España, dado que la primera era poco dada (mejor dicho, nada dada...) a las gazmoñerías de los Franco, siendo ella misma, además de una mujer fuerte, una mujer libre que se ahogaba en el panorama paleto y tristón de la España de la postguerra. A Eva Duarte la interpretó la actriz argentina Julieta Cardinali, con notable parecido con “la Perona” (como era conocida popularmente en España), y a Franco el actor catalán Jesús Castejón, que resultaba un dictador gordezuelo y bonancible, quizá demasiado blando para lo que fue el personaje, mientras que de Carmen Polo hizo Ana Torrent, en un notable trabajo de la actriz descubierta en El espíritu de la colmena cuando era solo una niña. Con dirección del mallorquín Agustí Villaronga, la miniserie gozó de popularidad y tuvo buena acogida crítica.

Como ya hemos visto, la figura de Franco también ha aparecido en producciones extranjeras. Es el caso de El abuelo que saltó por la ventana y se largó (2013), la coproducción europea, liderada por Suecia (con pequeña participación hispana), que dirigió Felix Herngren sobre el famoso best seller homónimo de Jonas Jonasson. En el tono humorístico, surrealista y un punto abstracto de novela y película, y por supuesto sin ningún interés por ser realista ni apegarse a la Historia (ni falta que le hacía, por supuesto...), el personaje de Franco aparece episódicamente, interpretado por el actor vasco Koldo Losada, por cierto trágicamente asesinado por su marido al año siguiente de rodar la película.

Si en 2011 había sido figura de la reina Sofía la que se llevó a la pequeña pantalla, tres años después le tocaría monográficamente a su marido, Juan Carlos de Borbón, el que sería monarca de España durante casi 40 años (parece que desde hace casi un siglo las medidas en la gobernanza del país, a su máximo nivel, se miden por períodos de “casi 40 años”). Sería para Mediaset España, la filial del imperio de Berlusconi en nuestro país, y el título de la miniserie de 3 episodios sería justamente El rey (2014), con realización de Norberto López Amado y con el actor Fernando Gil encarnando a un soberano todavía joven. Francisco Merino será, de nuevo Franco, en la misma tónica de sobriedad habitual del gran secundario madrileño.

Sobre la novela (convertida en best seller) Lo que escondían sus ojos (2016), de la presentadora de televisión Nieves Herrero, Mediaset produjo una miniserie de 4 episodios que recreaba (lógicamente tomándose las libertades propias de cualquier obra artística) la tormentosa y adúltera relación amorosa entre Ramón Serrano Súñer, el famoso “cuñadísimo” de Franco, superministro en los primeros años de la postguerra, y Sonsoles de Icaza, marquesa de Llanzol. Esa relación, que no pasó inadvertida para Franco, y mucho menos para su mujer, notable beata, daría al traste con la que parecía brillante carrera de Serrano. El llamado Generalísimo será encarnado en la miniserie por Javier Gutiérrez, en una composición, como es habitual en este gran actor, excelente, llena de matices, sin recurrir a la caricatura ni al exceso. Serrano Súñer tendrá el rostro de Rubén Cortada, actor cubano ciertamente de gran porte físico, pero al que no le hubiera venido mal ciertos toques de maquillaje y, sobre todo, peluquería, para aproximarlo al original. Blanca Suárez será la marquesa adúltera, mejorando en su caso considerablemente al personaje al que representaba. Salvador Calvo, ya bragado en este tipo de productos televisivos, sería el encargado de la realización, que tuvo una estimable acogida en la audiencia.

El cine retoma el testigo de poner a Franco en una pantalla en La reina de España (2016), que pretendía ser la continuación (también en el éxito popular y de crítica) de la anterior La niña de tus ojos (1998); pero una metedura de pata de tamaño XXL del director de ambas, Fernando Trueba, tendría como consecuencia un boicot a la película que la hizo fracasar estrepitosamente, en uno de esos episodios en los que la torpeza de alguien con la boca demasiado grande se alía con las inmisericordes redes sociales para ganarse a pulso un batacazo monumental. En el film aparece Franco de nuevo representado por Carlos Areces, de nuevo en el tono de comicidad que le es propio al actor madrileño.

La televisión volverá a poner en imágenes a Franco en una de las más exitosas y curiosas series del segundo lustro de la década de los años diez de este siglo. Hablamos de El ministerio del tiempo (2015-2017), producida y emitida por Televisión Española, una sugestiva fantasía que imaginaba que el gobierno de España tenía una secreta institución de espionaje con acceso a tiempos pasados por una serie de puertas que comunicaban directamente a determinados años de nuestra Historia. La serie, creada por los hermanos Pablo y Javier Olivares, tuvo notable éxito y ha emitido hasta ahora tres temporadas, anunciándose una cuarta para 2020. A lo largo de las tres temporadas grabadas aparecieron en pantalla numerosos personajes históricos, tanto españoles como extranjeros. Como es lógico, también Franco tuvo su momento, concretamente en el episodio que recreaba el famoso encuentro entre el Caudillo y Hitler, en Hendaya, en 1940, en el que se decidió que España no entraría en la ya entonces vigente Segunda Guerra Mundial. Franco tendrá en la serie el rostro del catalán Pep Miràs, que con la caracterización adecuada resultaba muy ajustado al personaje.

Por último, Mientras dure la guerra (2019), cuyo estreno nos ha permitido (junto a la exhumación y reinhumación de los restos del Caudillo en estos días) escribir este tríptico de artículos, presenta a un Francisco Franco en la primera etapa de la Guerra Civil, cuando aún no era el Generalísimo sino otro más de los generales que habían dado el golpe de Estado a partir del 18 de julio de 1936. La película de Amenábar tiene dos líneas argumentales, que coinciden en algunos momentos, pero en la que se pueden ver claramente dos historias: la principal ciertamente es la de la angustia del intelectual Miguel de Unamuno, uno de los grandes de la cultura española del siglo XX, cuando se percata de que aquellos en los que fió para reencauzar la república en la realidad estaban asfixiando la democracia y actuando con una crueldad y una vesania inauditas; pero hay una segunda, nada despreciable, que relata las maniobras que el entorno de Franco realizó para que el que será Caudillo se hiciera con todo el poder, a pesar de las reticencias de militares como el general Cabanellas, presidente de la Junta de Defensa Nacional. Nos presenta Amenábar entonces, en contra de lo que hasta ahora había ocurrido, y con el rostro del actor gallego Santi Prego, a un Franco dubitativo, un Franco humano, con miedo a no jugar bien sus cartas y quedarse fuera de la historia, de la Historia. Ya sabemos cómo terminó la cosa, pero ciertamente la presentación de este Franco alejado de la caricatura fácil, del brochazo maniqueo, es una de las virtudes de esta película ciertamente irregular pero tan estimulante, que nos devuelve al Amenábar más creativo.

Como no nos parecería justo terminar este ciclo de artículo sin citar las veces en las que Franco ha aparecido en cortometrajes, los citaremos aunque sea de forma telegráfica. Así, por orden cronológico, Alberto Macías pondría en imágenes al dictador en Franco no puede morir en la cama (1998), una ínfima astracanada con Luis Ciges como el Caudillo; Pepe Macías dirigiría e interpretaría a Franco en Hendaya: cuando Adolfo encontró a Paco (2007), de nuevo en tono de cuchufleta, sobre el famoso encuentro de los dos líderes en la frontera francesa en 1940; el cine gallego lo llevará también a la pantalla en el corto O labirinto ario (2008), con dirección de Alfredo Pardo y con Ramón Pérez encarnando al que sería jefe del Estado “casi” 40 años...; Álex de la Iglesia se atrevió de nuevo con el personaje (tras hacerlo en Balada triste de trompeta) en su cortometraje La tragedia de Francisco Franco (2009), de nuevo en tono humorístico y otra vez con Carlos Areces como el Caudillo; Areces repetirá papel en Bikini: una historia real (2014), cortometraje dirigido por Óscar Bernácer, con lo que ostenta el (no sé si dudoso...) honor de ser el actor que más veces ha representado a Franco en una pantalla; finalmente, en el corto Una noche en la Guarida del Ángel: Encuentro en Ibiza (2015), aparecerá de nuevo el personaje del dictador, aquí encarnado por José Luis Barroso, en un film dirigido por Héctor Escandell.

Ilustración: Javier Gutiérrez, caracterizado como Francisco Franco en Lo que escondían sus ojos (2016), miniserie dirigida por Salvador Calvo.