(500) días juntos

500 días juntos viene a cubrir la cuota de cine indie, como en su día ocurrió con títulos como Juno o Pequeña Miss Sunshine. Se puso de manifiesto su interés en el Festival de Sundance 2009, aunque no obtuvo ningún premio, pero llamó la atención por la originalidad de su planteamiento y la frescura de su cine. Marc Webb, director que procede de la realización de videos musicales, debuta en el largometraje de ficción con esta comedia.

Cuenta una historia tan trillada como la de chico conoce a chica, se enamoran, etc., aunque el final no sea el habitual de estos casos, rompiendo así los esquemas tradicionales del género. Tom es arquitecto, pero trabaja escribiendo tarjetas de felicitación en una empresa. Cree en el amor y cree que lo ha encontrado cuando conoce a Summer, la nueva secretaria de su jefe, y se enamora de ella. Pero Summer no cree en el amor ni quiere comprometerse con nadie.

Comedia romántica independiente que trata de dar respuesta a los muchos tópicos que hay en este género sobre la cuestión amorosa pasando por encima del amor, de sus miserias y del desamor. La historia no está narrada de forma lineal sino que va dando saltos a lo largo de los 500 días de forma arbitraria sin ninguna razón, lo cual llega a cansar y a despistar en algunos momentos al espectador, al tiempo que le quita dramatismo a algunas de las situaciones que vive este joven amante treintañero que cree haber hallado la mujer ideal.

En resumen, nada nuevo en esta comedia con aire cínico, realizada con la modernidad del cine independiente y con estas dos visiones acerca del amor, la de él que cree fervientemente en ello, y la de la chica que es una incrédula en esta cuestión. El resultado es un film interesante, que pretende ser diferente, lo cual dice bastante tanto de su director como del guionista, ambos debutantes, que disponen de una pareja de actores muy atractivos y no demasiado conocidos, que sacan adelante sus respectivos personajes con bastante calidad.