Amor a quemarropa

El cine americano sigue en la línea de hiperviolencia que es su seña de identidad de los años noventa. En Amor a quemarropa (cuyo título original, literalmente Romance verdadero, podría despistar aunque tampoco va muy desencaminado) tenemos como guionista a Quentin Tarantino, con su primer libreto para el cine, antes de ser descubierto con su notable pero ultraviolenta Reservoir dogs, estilizada cinta policíaca con un formidable trabajo interpretativo y una visión de la crueldad que entraba de lleno en el sadismo.

Amor a quemarropa, sin embargo, no está dirigida por el propio Tarantino sino que fue encomendada a las manos del académico Tony Scott, realizador de títulos edulcorados como Top gun o Días de trueno. Pero la tremenda carga de profundidad que subyace en el guión no ha podido ser maquillada por Scott, que ha hecho su película más dura y probablemente la mejor, aunque sea a costa de servir (tal que un dócil jamelgo a su auriga) al pie de la letra el material literario de Tarantino.

Porque la historia de esta pareja atípica, él dependiente en una tienda de cómic, ella putita neófita, regalo de cumpleaños para él, enamorados a su pesar y huidos con una maleta llena de "perico", tras la que desfilarán policías y gánsteres de toda laya, está trufada de una violencia tremendamente explícita, rayana muchas veces en un auténtico sadismo, mientras mantiene, sin embargo, la hermosa y paradójica historia de amor (un romance verdadero, al fin y al cabo) de esta pareja más allá de la ley contra su propia voluntad.

Scott ha tenido la suerte de disponer, para papeles de poca duración pero de gran impacto en la película, con actores tales como Gary Oldman, Dennis Hopper, Christopher Walken y Brad Pitt. Por su parte, los auténticos protagonistas, Christian Slater y Patricia Arquette, pugnan por no quedar atrás en el reparto de famosos. Una película, en suma, que vale sobre todo lo que su interesante guión, y que seguramente habría ganado en eficacia si la hubiera llevado a la pantalla el propio Tarantino.