Mike Leigh es un certero diseccionador de la sociedad británica actual. Sus películas siempre plantean temas de relaciones personales, en clave realista, con un suave humor que con frecuencia se torna agrio como el acíbar. Su mejor obra sigue siendo la excelente Secretos y mentiras, pero otros filmes como Todo o nada o El secreto de Vera Drake (esta última en clave exclusivamente dramática) confirman que el inglés es un cineasta de gran capacidad para mostrar situaciones complicadas, nacidas exclusivamente de la forma de relacionarse, de amarse, odiarse o amistarse, de los seres humanos, mayormente de los habitantes de la pérfida Albión.
En Another year asistimos a los sucesos que acontecen en torno a una pareja a punto de entrar (si no lo ha hecho ya) en la senectud, con hijo treintañero que no termina de encontrar a la mujer de su vida. En torno a ellos se moverán algunos personajes de lo más curioso, sobre todo una compañera de la componente femenina de la pareja protagonista, una tarambana que no sabe qué hacer con su vida, y que concebirá la (descabellada, es cierto) idea de que ella podría ser la mujer que está esperando el hijo treintañero de su compañera. Hay otros personajes sabrosos, como el gordo infeliz, con tendencia a estar beodo con demasiada frecuencia, y cuyos deseos de intimar con la pánfila no llegan a cuajar por la reluctancia de la fémina.
Película sólida y bien armada, nos confirma la buena mano de Leigh para este tipo de cine que habla de sentimientos, con sencillez, sin alharacas ni exageraciones. Al buen resultado no es ajeno, sin duda, el notable elenco, casi todos ellos habituales del cine de Mike Leigh, como Ruth Sheen o la estupenda Lesley Manville, que hace toda una creación de la desastrosa amiga de la protagonista, una mujer que podría competir en torpeza con el mismísimo Inspector Clouseau de la serie de La pantera rosa. Imelda Staunton, también habitual en el cine leighiano y una de las grandes de la interpretación británica, el pérfido rostro del personaje de Mercedes Umbridge en la saga de Harry Potter, tiene un pequeñísimo papel que ella, como siempre, borda.
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