Baraka, el último paraíso

Hubo un tiempo en el que los italianos, a raíz de ponerse de moda y ser todo un éxito su film Mondo cane (Este perro mundo), hicieron muchos documentales de este tipo y similares. Así, cada año viajaban por todo el mundo en busca de costumbres raras, en los países más exóticos, para sorprender cada vez más a los espectadores con sus filmaciones. A veces eran más monotemáticas, otras no, e incluso algunos se hicieron sobre espectáculos del mundo.

En esta ocasión, y tras largo tiempo de ausencia de nuestras pantallas de films de esta clase, nos llega Baraka, una cinta en la que, sin palabras, con tan sólo una rica y espectacular banda sonora con músicas elegidas de los países en los que se filman las imágenes, se nos ofrece un amplio abanico de temas, sin más orden ni concierto; y nunca mejor dicho esto último dada su riqueza musical.

Porque el film en un principio parece que agrupa temas sobre las costumbres de las religiones, otras nos quiere dar idea de la masificación humana de nuestro mundo, o a veces habla de las miserias que los hombres acumulamos, teniendo que rebuscar muchos seres humanos sus alimentos en vertederos, junto con los animales, como si de estos se tratara. O las costumbres funerarias, la prisa de las grandes ciudades, o en otras ocasiones tan sólo extasiarse ante la belleza de un paisaje virgen o la grandiosidad de una catarata que cae como si de una larga melena de agua se tratara. Al final parece que le falta materia y repite lo ya visto, o bien su intención es resumir.

(30-08-2009)