Pelicula:

Viendo la notable filmografía de Steven Spielberg se comprueba que se ha detenido varias veces en la Segunda Guerra Mundial, así como en la infancia y la juventud, y al parecer halló el anillo que se ajustaba a su dedo en la novela juvenil del escritor inglés de origen belga Michael Morpurgo, escrita en 1982, que fue adaptada al teatro por Nick Stafford y estrenada en Londres en 2007, donde contaba las peripecias de un chico y su caballo durante la Primera Guerra Mundial y ahora Spielberg la traslada también al cine.


Cuenta la historia de un caballo, nacido en vísperas de la guerra, que es comprado por un campesino en una subasta, cuyo hijo lo vio nacer, se encariña con él y, aunque no es un animal de labranza, logra domarlo para hacer esas labores del campo sorprendiendo a todos. Las dificultades para mantener la granja obligan a su padre a venderlo y ahí comienza la historia de las diversas manos por las que va pasando, desde el capitán que lo compra para el ejército, a las del abuelo francés y su nieta que lo encuentran abandonado en su finca, hasta quedar enredado durante la batalla en una alambrada de espinos de la que es librado por dos soldados de bandos opuestos, un inglés y un alemán, lo que demuestra que en cualquier lugar hay personas con buen corazón que olvidan por unos instantes las diferencias de la contienda.


Caballo de batalla es una película como las de antes, con una historia que contar, un canto a la tenacidad, a la lealtad y la esperanza, con variedad de escenarios, con la guerra de telón de fondo que sirve para mostrar sus horrores, aunque en escenas alejadas, sin que se vea la sangre, ni la masacre que es su barbarie. El caballo es una metáfora, un hilo conductor que une a los personajes, un homenaje a los ocho millones de estos animales que perecieron durante la Gran Guerra hasta que la caballería fue sustituida por la artillería pesada. Una declaración de amor hacia ese bello y noble animal que es el caballo.


Un film épico, emocionante, que cuenta con delicadeza esta sensible historia de amistad y buenos sentimientos, con final lleno de esperanza ante unas circunstancias tan extremas como "la guerra que todo se lo lleva", como dice uno de los personajes, vista desde todos los ángulos posibles, con imágenes memorables y emotivas, con la habitual maestría del director de Tiburón.


Cinta con una gran fuerza, con hallazgos formales en la belleza de la fotografía de Janusz Kaminski que exalta los bien elegidos paisajes de la campiña británica. No es una película bélica habitual sino una alegoría del valor a través de la crónica del joven Albert y Joey, su caballo, que posee un gran sentido de la supervivencia, que se convierte en protagonista de este drama coral.


Film para toda la familia, sencillo pero honesto, ingenuo pero emotivo, en el que destacan valores como la lealtad, la amistad, el deber para con la patria, la responsabilidad y el cariño para con los animales a los que cuidar en medio de la brutalidad de la guerra y también en los días de paz.


El guion de Lee Hall y Richard Curtis hace una buena adaptación de la novela, que estaba narrada desde el punto de vista del equino, aquí desechado, lo que no le quita fidelidad al texto original, lleno de humanidad.
Tiene un reparto ajustado, desde el joven debutante Jeremy Irvine a los siempre notables Peter Mullan y Emily Watson, pasando por el resto del conjunto que se comporta estupendamente.


A su logro contribuye la inspirada música de John Williams, habitual en las cintas de Spielberg, una vez más nominado al Oscar como también lo están la película, la fotografía, los decorados, el sonido y el montaje sonoro. Esperemos que tenga suerte.


 


Caballo de batalla - by , Jun 16, 2020
4 / 5 stars
Un muchacho y su caballo