A través del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva hemos visto muchas de las producciones argentinas que después no han llegado a España y allí conocimos algunas de las obras de Pablo Trapero, uno de los directores jóvenes (39 años recién cumplidos) más interesantes de esa cinematografía. Llamó la atención por primera vez con Mundo grúa (1999), que supuso un punto de inflexión en su país, a la que siguieron El bonaerense (2002), Familia rodante (2004) y Leonera (2008), todas ellas ganadoras de múltiples premios en los certámenes en los que competían, y en las que tocaban algún tema social. Carancho (2010), que es su sexto film y el más comercial de todos, ha sido designado por Argentina para disputar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, tras pasar por los festivales de Cannes y San Sebastián 2010. En la trayectoria de su cine, esta vez con un thriller social, denuncia la corrupción que hay en diversos estamentos mediante el relato de Sosa, un abogado de oscuro pasado que perdió la licencia y ahora trabaja en un despacho que extorsiona a las víctimas de los muchos accidentes de tráfico que se producen a lo largo del año, que son la primera causa de muerte en Argentina. Son buitres, “caranchos” en el argot local, esos abogados carroñeros que obtienen los poderes para tramitar los partes contra las compañías de seguros, logrando una indemnización alta, y les dan después unas míseras cantidades a las víctimas. La historia comienza cuando Sosa conoce a Luján, una joven médico que acude en la ambulancia a socorrer a los heridos, que resiste el sueño a base de drogas, de la que acaba enamorándose. Un descarnado e intenso thriller urbano de denuncia social y política, que sacude las conciencias, que se ambienta en una ciudad en donde la corrupción es algo habitual. El guión mezcla el drama de la trama detectivesca y la intriga criminal con la historia de amor de estos dos perdedores que intentan cambiar sus vidas, que transcurren entre el dolor, la corrupción, el soborno, la ambición y la muerte. El timo del accidente provocado para cobrar una indemnización no es nuevo, pero hasta llegar ahí la cinta tarda en entrar; mientras, nos presenta el romance entre los dos protagonistas, y toca muy de pasada el sufrimiento de las víctimas, prestando más atención a la violencia de los policías mafiosos y al inesperado final. Trapero obtiene un buen trabajo lleno de matices de la pareja Ricardo Darín y Martina Gusmán (la mujer del director) en esta historia inhumana y terrorífica, cuyo estafador profesional vive de las desgracias humanas que son su moneda de cambio. Una puesta en escena interesante que consigue un ambiente oscuro de la ciudad de Buenos Aires de los lugares donde se sitúa la acción que poseen una gran autenticidad. Dirigida por
Interpretada por
Género
Nacionalidad
Duración
105'
Año de producción
Trailer
Carancho -
by Francisco Casado López,
Oct 06, 2010
Cazando víctimas
2 /
5 stars