Pelicula:

Esta película está disponible en el catálogo de Netflix, Plataforma de Vídeo bajo Demanda (Vod).

Del buen cine de animación húngaro tenemos una muestra reciente con la estupenda Ruben Brandt, coleccionista (2018), del artista esloveno Milorad Krstic, afincado en el país magiar desde hace años. En ese mismo estado existe una productora dedicada fundamentalmente a las películas y las series de dibujos animados, llamada Cinemon Entertainment, que desde 2004 está haciendo una muy estimable labor produciendo material de interés, aunque generalmente no suele traspasar sus propias fronteras; sabido es lo complicado que es para las cinematografías de estos países del antiguo Telón de Acero distribuir sus productos en Occidente.

En 2014 Cinemon produjo la serie televisiva titulada Lengemesék, con seis episodios de 9 minutos cada uno, ambientada en un mundo de fantasía localizado en una zona fluvial con juncos, siendo su personaje central Vilkó, un adolescente alegre e impetuoso que está deseando crecer y hacerse mayor. Como la serie tuvo una notable acogida, se rodó un largometraje sobre ese mundo fantástico, también con Vilkó como protagonista, titulado igualmente Lengemesék (2017), distribuido internacionalmente con el título Tales of Lake. Ante el éxito de ese film, se hizo esta continuación, que en España se ha estrenado a través de Netflix como Cuentos del lago. Billy Brinco y los guardianes, rebautizando a Vilkó como Billy, que suena más anglosajón...

La historia se ambienta de nuevo en ese mundo fantástico a las orillas del lago, donde Billy está deseoso de que su pelo verde se torne en castaño, momento que indicará que ya es mayor y ya puede incorporarse a la guardia de su pueblo, los verdis, que están en permanente pugna con los grims, vecinos perezosos y haraganes que les roban la comida, mientras que los verdis son hacendosos y ahorradores. Billy quebranta la norma de no salir de los límites del territorio verdi para conseguir un remedio medicinal para un pichón enfermo, pero una rata se entera a escondidas de su procedencia y prepara un asalto a la tierra de los verdis...

La película la dirige Zsolt Pálfi, que también se encargó de la misma tarea tanto en la serie homónima como en la primera de las dos películas de largometraje, y eso se nota en el dominio que tiene de la historia, de los personajes, de este mundo entre élfico y pitúfico, en una película ciertamente deliciosa que habla sobre el cuidado de la Naturaleza, pero también, y sobre todo, sobre la necesidad de respetar al contrario, incluso aunque sea adversario y hasta enemigo, y también sobre la perentoriedad de trenzar lazos de unión en vez de odio, hostilidad y beligerancia, a la par que plantea una defensa a ultranza de la niñez al margen de todo enfrentamiento entre rivales. Al fondo late una cierta versión libérrima de la fábula de la cigarra y la hormiga, con sus grims que no dan un palo al agua (mayormente porque su líder es un haragán de mucho cuidado y constantemente está desmotivando a los suyos) y los verdis, laboriosos y trabajadores, hormiguitas que preparan cuidadosamente el invierno. La película también presenta el camino de maduración de protagonista, ejemplificado en ese pelo verde que cuando termine el film ya será marrón, como sus mayores, y le habrá otorgado la madurez suficiente para ser el adulto que tanto deseaba ser.

Formalmente, la película juega con frecuencia con la profundidad de campo para dar una lírica impresión de 3D, aunque deliberadamente apuesta por el dibujo plano y de dos dimensiones. En la paleta de colores predomina el verde de las hojas, pero también el ocre de las caducas y de la tierra, y el marrón de los troncos de los árboles, en una idílica representación de la Naturaleza. Con un dibujo vívido, no realista, muy fantasioso, presenta un bucólico mundo sobre juncos, aguas dulces y pájaros, en la mejor tradición de la fábula, donde los animales que coexisten con los hombrecillos como Billy hablan como personas, en una historia muy ingenua, muy naif, muy infantil.

Con algunas irisaciones de otras culturas, como el muy peculiar concurso en el que los verdis tienen que montar ranas como si fueran vacas o caballos de rodeo, la película se beneficia de un personaje central, el delicioso Billy Brinco del título (Vilkó en el original húngaro) ciertamente fascinante, arquetipo del joven deseoso de aventuras y con valores, una firme apuesta por la maduración del niño, del adolescente, para llegar al adulto cabal y sensato.

(17-07-2020)


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110'

Año de producción

Cuentos del lago. Billy Brinco y los guardianes - by , Jul 17, 2020
2 / 5 stars
Un mundo fantástico a orillas del lago