Pelicula:

La tormentosa vida y, sobre todo, la trágica muerte de Lady Diana Spencer, princesa de Gales por su boda con el príncipe Charles (¿por qué en España se traduce siempre el nombre de los miembros de las familias reales europeas? Un misterio...; a nadie se le ocurre decir Margarita Thatcher, pero sí Isabel II...), ha sido objeto de varios productos audiovisuales, con frecuencia de corte documental, como Princesa Diana: En primera persona (2017), The story of Diana (2017) o Carlos y Diana: la verdad sobre su boda (2019), pero también en ficciones dramatizadas, como Carlos y Diana: Un palacio dividido (1992), El asesinato de la princesa Diana (2007) o esta titulada simplemente Diana (2013), que quizá aspiraba, por presupuesto y estrellas, a ser la obra definitiva sobre la princesa de trágico final.

La acción comienza en 1997, en París, minutos antes de producirse la muerte en accidente de tráfico de Diana y su amante, Dodi Al-Fayed, hecho acontecido debido a la implacable persecución a la que un buen número de paparazzis la sometieron, a la búsqueda de la foto que supuestamente les hiciera ricos y famosos. Saltamos en flashback hacia atrás, a dos años antes, cuando ya lleva también dos años separada de Carlos (utilizaremos el nombre en español, para no despistar...), cuando la princesa, que lleva un diario, escribe en él que se autolesionó al no aguantar la presión de un matrimonio en el que “tres eran demasiado”. Poco después, al acudir a un hospital para visitar a una persona de su círculo íntimo, conoce a un médico cardiólogo de etnia pakistaní, Hasnat Khan, del que se enamora; el sentimiento es recíproco, y ambos comienzan una aventura amorosa en la que deben intentar que nadie de fuera del entorno más cercano se entere de lo que sienten...

Decíamos que Diana tiene la quizá no demasiado secreta intención de ser la obra definitiva sobre Lady Di (a la que popularmente se la conoció como Princesa del Pueblo, por su cercanía a la gente), pero nos tememos que no es así. Y no lo es no porque no haya habido medios económicos y artísticos a su disposición: ahí está el director, el alemán Oliver Hirschbiegel, que saltó a la fama con su notable El hundimiento (2003), que narraba vigorosamente los últimos días en la vida de Adolf Hitler, film que tuvo gran repercusión; también se ha contado con Naomi Watts como Diana de Gales, una actriz de gran reputación, con dos nominaciones al Oscar (estatuilla que, al menos en el caso de 21 gramos, sí que debió ser para ella), y con un cosmopolita rodaje a lo largo de medio mundo: París, Nueva York, Angola, Italia, Pakistán, Sidney, Bosnia...

Pero nos tememos que el film no es la gran película que quizá aspiraba a ser; la historia que se nos narra es verídica, la relación sentimental que la princesa, ya separada de Carlos, mantuvo con un cirujano especialista de corazón, Hasnat Kahn, médico pakistaní formado en Australia. Basándose en el libro de Kate Snell Diana her last love, la película nos revela el encuentro entre ambos, el flechazo y la rápida forma en la que estrecharon lazos íntimos, pero también cómo la posición de la princesa dificultaba enormemente esa relación. Pero lo curioso es que, siendo una historia real, parece irreal, parece inventada, con frecuencia no nos creemos las escenas que se nos presentan, algunas tan improbables como que Diana deambulara sola a las 3 de la madrugada por las calles de Londres, en uno de los episodios de ruptura con Khan, o verla arremangarse, guantes y aspiradora mediante, para arreglar los desbarajustes domésticos del piso de su amor, cuando parece claro que Diana no habría sabido ni que la aspiradora hay que enchufarla a la corriente para que funcione...

Más allá de esa irrealidad que se nos transmite, tampoco parece que Hirschbiegel, el director, fuera el más adecuado para poner en escena esta historia romántica tan peculiar, ni, nos tememos, que Naomi Watts fuera la actriz ideal; Oliver comienza con una realización con subrayados, para después pasarse a una puesta en escena clásica, a veces incluso estándar, de telefilm de sobremesa; Watts, por su parte, es magnífica, pero desde luego no da, en ningún momento, la sensación de mujer frágil, vulnerable, casi desvalida, que constituía una de las cualidades humanas de esa mujer que siempre miraba desde abajo, como si se avergonzara permanentemente de algo; nos parece que la elección de Naomi para el papel es un claro error de casting, a pesar de las grandes virtudes actorales de la actriz y de su esfuerzo por parecer creíble en ese rol. Entonces el retrato de Lady Di no es el que podría imaginarse; tampoco cabe pensar en una heterodoxia, una mirada hacia una Lady Diana alternativa, porque no se da pie a ello: el film intenta acercarse desde la ortodoxia a la princesa, pero nos tememos que no lo consigue. Es evidente que la película se centra en el romance de la “royal” con el doctor paki, y que otras de las cuestiones importantes de su vida, como su absoluta implicación en la lucha contra las minas antipersonas, o su decidida apuesta en la batalla contra el sida, aunque aparecen, lo hacen como paisaje, como de pasada. Pero, ¡ay!, resulta que la historia romántica no tiene demasiado interés, sería otra más si no fuera por quien es ella. Queda, por supuesto, la buena factura, y algunos momentos inspirados, pero el conjunto es irregular y dista de estar conseguido.

(23-02-2021)


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113'

Año de producción

Diana - by , Feb 23, 2021
2 / 5 stars
Irregular retrato de la Princesa del Pueblo