El árbol del ahorcado

Delmer Daves (San Francisco, 1904 – La Jolla, 1977) fue un cineasta norteamericano que, sin llegar al nivel de los grandes del Hollywood clásico, sí aportó un puñado de buenas películas a esa etapa mítica de la Meca del Cine. Iniciado como guionista a finales de los años veinte, a partir de los cuarenta se pasó a la dirección, faceta en la que destacó en films como el potente “noir” La senda tenebrosa (1947), con Bogart & Bacall, los wésterns incipientemente filoindios Flecha rota (1950) y Tambores de guerra (1954), y la trilogía de wésterns de planteamiento clásico compuesta por La ley del talión (1956), El tren de las 3:10 (1957), probablemente su obra maestra, y Cowboy (1958), con un jovencísimo Jack Lemmon como pupilo de Glenn Ford. Después el cine de Daves bajo en interés, con films ya más mediocres, como Parrish (1961) y Susan Slade (1961), ambos a mayor gloria de la entonces emergente estrella juvenil Troy Donahue.

A esa última etapa ya menos entonada pertenece este wéstern, El árbol del ahorcado, quizá tocado por el hecho de que fue una de las últimas películas de Gary Cooper, cuando este se encontraba ya enfermo. Se trata de un wéstern sombrío, crepuscular, a vueltas con un médico con mucha "trastienda" y una joven ciega, a la que el galeno prestará  todo su apoyo, tal vez en busca de la redención al final de su vida.

No es, como decimos, una de las mejores películas de Delmer Daves, a pesar de inscribirse en su género favorito, el wéstern, pero se beneficia de un espléndido reparto: además del mítico Cooper, lo que ya es un acontecimiento en sí mismo, aparece la germana Maria Schell, en su etapa norteamericana, en la que hizo algunos títulos justamente célebres, como Cimarrón (1960), confirmando que (con esos ojazos impresionantemente azules...) era una de las actrices que mejor lloraba en pantalla, más el siempre estupendo secundario Karl Malden y un todavía joven pero ya impetuoso George C. Scott.

Como curiosidad, Daves enfermó en el transcurso del film, por lo que fue sustituido temporalmente en esa función por el actor Karl Malden, que había dirigido un par de años antes su debut en el cine, el drama bélico Labios sellados (1957). Quizá esa sustitución (no acreditada en los títulos de crédito) conspirara en contra del tono general del film.

(19-04-2021)