El baño del diablo

CINE EN SALAS

En estos momentos nos sorprende ver una historia de época como El baño del diablo (2024), acostumbrados a relatos policíacos, de superhéroes, de efectos especiales, etc. Tal vez por ello nos resulta disfrutable este oscuro suceso de la historia europea.

La acción se basa en hechos históricos y se desarrolla en Austria, en el año 1750, en el que los bosques rodean a una pequeña aldea. Comienza con una mujer con un bebé en brazos, llorando, que camina hasta una gran cascada en la que arroja a la criatura causándole la muerte. Tras confesar el crimen, es condenada a ser decapitada por matar a un ser inocente.

Pasando a otro momento, estamos ahora con la joven Agnes, una chica que es muy religiosa, que se prepara para contraer su matrimonio con su futuro marido, Wolf, un pescador, para el que desea ser una buena esposa. Él ha comprado una casa, pero viven con la madre de él, a la que no le gusta mucho Agnes.

Su mente y su corazón se convierten en tortuosos y le surgen malos pensamientos, ya que su esposo no le echa cuenta ni en la primera noche de casados ni en las siguientes, pidiendo a Dios un hijo que nunca llega. Agnes no encuentra su deseo satisfecho de tener descendencia, lo que le amarga la vida, haciendo cosas no habituales en ella, y cae en una depresión en este sombrío drama, pensando en el suicidio pero en esta aldea tan religiosa eso no se concibe, ya que es un seguro de condenación eterna, por lo que es preferible cometer un delito del que arrepentirse tras confesar y se tiene la muerte segura a manos de la justicia.

En la película se tocan temas como el crimen, la superstición, el fanatismo religioso, el suicidio, el matrimonio, la soledad, la vida campesina, la maternidad frustrada, los tabúes, la situación de la mujer, la locura, la intolerancia, la salud mental o la depresión que padece la protagonista.

El guion y la dirección corren a cargo de la galardonada pareja austriaca Severin Fiala y Veronika Franz, que ya trabajaron juntos en su ópera prima Goodnight Mommy (2014), de la que Hollywood hizo un remake con Naomi Watts.

Vuelven para contarnos esta otra de época, en la que no se privan de mostrar con todo realismo las decapitaciones y otras escenas de gran crudeza y profundidad emocional en este thriller de corte psicológico en torno a Agnes, que está encarnada por la compositora y cantante austriaca Anja Plaschg, con un buen trabajo, y que también compone la banda sonora.

Muy cuidada la ambientación de la época, el vestuario y las costumbres, sin las comodidades de hoy, alumbrados con las velas, de lo que la fotografía saca buen partido, tanto de los bellos paisajes como de los interiores así iluminados.

Oso de Plata a la mejor fotografía en Berlín. Premio mejor película, del jurado joven y de la crítica en Sitges. Mejor fotografía en el Festival de Estocolmo, entre otros.

Este es el título elegido por Austria en los Oscar al mejor film en habla no inglesa.