El cine realizado por cineastas de raza árabe raramente llega a las salas de exhibición occidentales. El caso de Moustapha Akkad, que ha conseguido distribuir dos films suyos en Europa y Estados Unidos, es realmente inhabitual. El secreto está en la utilización de temas de impronta árabe pero de posible interés para el resto del mundo, y sobre todo la implicación en sus proyectos de otras cinematografías más fuertes que las musulmanas, dotando a sus películas de la parafernalia habitual en las grandes superproducciones. Todo ello estaba ya en su anterior film, Mahoma, el mensajero de Dios, y permaneció en este El león del desierto.
Cuenta Akkad la historia verídica de Omar Mukhtar, un líder beduino que se opuso con sus guerrillas a la ocupación por el gobierno fascista italiano de las tierras de Libia; Mussolini, tras una larga guerra de desgaste, envía a su más duro general, Rodolfo Graziani. Grandes escenas de masas y una correcta realización de Akkad son las mejores bazas de esta película que combina con acierto el gusto por la aventura y la acción con los postulados nacionalistas de los beduinos invadidos.
El director musulmán contó con la inestimable colaboración de un amplio reparto internacional, en el que destacaba Anthony Quinn, quien ya protagonizara el anterior film de Akkad, junto a Oliver Reed, en el papel del duro general itálico enviado para liquidar la resistencia de la morisma, y Rod Steiger, quien de nuevo vuelve a interpretar a Benito Mussolini, a quien ya dio vida convincentemente en la serie televisiva Mussolini y yo. La presencia de los clásicos John Gielgud e Irene Papas dan fuerza y consistencia a un reparto cuidadosamente elegido.
(20-09-2007)
155'