El cine argentino en el género del thriller tiene algunos títulos notables en el nuevo siglo, como Nueve reinas (2000), ¡Atraco! (2012), Cien años de perdón (2016), entre otros, y en ese apartado podemos incluir El robo del siglo (2020).
En el año 2006, la banda de ladrones profesionales de Luis Mario Vitette Sellanés, llevó a cabo un atraco a la sucursal del Banco Río en Acassuso (Buenos Aires), que está considerado como uno de los robos más famosos, inteligentes y espectaculares de la historia de la nación argentina. El suceso ocurrió en un soleado viernes 13 de enero, día de la semana y fecha del mes que en algunos países está considerado de mala suerte y que, como todo buen aficionado sabe, dio lugar a una famosa serie de terror.
Ese día cinco hombres entraron en una sucursal del Banco Río, con Fernando Araujo al frente de ellos, que fue el cerebro al que se le ocurrió el robo, quien lo planeó, y con gran rapidez vaciaron más de un centenar de cajas de seguridad que contenían lingotes de oro, joyas y millones de dólares en metálico, mientras retuvieron a casi dos docenas de personas en las dependencias bancarias como rehenes, entre empleados y clientes. La policía, con un gran número de agentes, rodeó el edificio de dos plantas y el negociador Miguel Sileo trató de convencer a los astutos ladrones para que se entregaran.
Días antes, en el que llovía copiosamente y en la calle no había un alma, Araujo está refugiado bajo el alero de un local cerrado. Delante está la fachada del Banco Río y ve el agua correr por el borde de la acera y desembocar en una alcantarilla. Así concibió el atraco este ladrón que sería designado como el robo del siglo. El hecho se llevó a cabo en la fecha citada y terminó con los francotiradores del Grupo Halcón emplazados en los tejados de los alrededores.
Miguel Sileo, el negociador, espera que Walter, nombre ficticio que le da uno de los atracadores por el móvil, para entablar una negociación. Habían pedido unas pizzas para comer algo, pero se enfriaron y seguían sin tener respuesta ni señales de vida. Entonces el grupo Halcón recibió la orden de entrar en el Banco y tan sólo encontraron unas armas de juguete, una veintena de rehenes asustados y una nota que decía: "En banco de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores".
La trama sigue paso a paso desde que Araujo concibe el plan, busca al equipo para realizarlo e incluso financiación para comprar las herramientas necesarias para llevarlo a cabo, hasta la planificada ejecución del mismo con gran lujo de detalles, y finalmente, cómo fueron atrapados cada uno de ellos. En los créditos finales hay imágenes de los atracadores reales y las penas que cada uno tuvo que cumplir, que no todas fueron de la misma duración, según los antecedentes, entre 7 y 15 años.
Ariel Winograd es el director argentino de Mamá se fue de viaje (2017), que dio lugar a la versión española de Padre no hay más que uno (2019), de Santiago Segura, ahora en un género muy distinto al de la citada comedia, que realiza con minuciosidad de detalles, al estilo del cine americano, pero sin los medios ni la espectacularidad y dinamismo con que son realizadas en el cine de Hollywood.
El autor del robo, Fernando Araujo, figura como guionista con Alex Zito, dando todos los detalles, en el que no se produjo ni un sólo disparo, y los damnificados fueron compensados debidamente. Se calcula que el total del botín fue entre 8 y 25 millones en dinero, más el valor de las joyas, pero no se recuperó todo.
Un film muy entretenido, bien realizado y con una pareja de actores de lo mejor en estos momentos del cine argentino, como son Guillermo Francella y Diego Peretti.
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