Pelicula:

Con motivo de la exitosa reposición con honores de estreno de la trilogía de El Señor de los Anillos, recuperamos las críticas que publicamos en CRITICALIA en el momento de su estreno inicial, a principios del siglo XXI.


Afortunadamente se han cumplido los mejores augurios: la tercera entrega de la saga épica más importante escrita durante el siglo XX, El Señor de los Anillos, se corresponde plenamente con el tono espléndido de los otros dos capítulos.


Si el primero, La Comunidad del Anillo, era una magistral exposición del planteamiento de la obra tolkieniana, con la formación del grupo de diversa etnia (elfo, enano, hombre, mediano) que habría de acompañar la tenebrosa aventura de Frodo Bolsón en su camino hacia la Montaña del Destino para destruir el Anillo Único, y la segunda, Las Dos Torres, sin abandonar el extraordinario tono épico y ser una continuación notabilísima, perdía algo de fuelle por una de sus líneas argumentales que le producía un desequilibrio interno, este tercer segmento, El Retorno del Rey, recupera la impactante pujanza del primer eslabón fílmico, para constituirse enseguida en una obra maestra de fuerza y ritmo, a la vez plena en continente (filmada con la seguridad del que se sabe conocedor de todos los resortes de la saga, el director Peter Jackson) y compleja en contenido: la atracción del abismo en la compañía que escolta a Frodo, su incondicional amigo Sam y el esquizofrénico Gollum/Smeagol, quizá la aportación visual más relevante de la serie, un ser demediado entre el infeliz que alguna vez fue, siglos atrás, y el actual ser repugnantemente parasitado por el Anillo; la soberbia en el Senescal de Gondor; la generosidad en Theoden de Rohan; la redención de la estirpe de Isildur en su descendiente Aragorn, el Rey de los Hombres que expiará con esfuerzo y valor el pecado de sus antecesores.


Todo envuelto en la ya familiar iconografía creada para la saga, que, sin embargo, no deja de sorprender: el vuelo de los Nâzgul, los impresionantes Espectros del Anillo, sigue sobrecogiendo el ánimo, como el embate de las fuerzas del mal, orcos, trolls de las cavernas, toda la parafernalia de Sauron, un mundo infernal que contrasta con las menguadas pero voluntariosas fuerzas de Aragorn. Se suceden las impresionantes escenas de lucha, desde el asedio de Minas Tirith por los ejércitos de Sauron, a la batalla en campo abierto de la coalición de Roham y Gondor contra los elefantes de los orcos, que difícilmente podrá ser superada.


El final de este tercer segmento, y conclusión por tanto de la saga, cambia el tono de la vibrante épica a la lírica teñida de nostalgia, y tal vez ello haga pensar que el anticlímax del epílogo empaña el tono magistral de todo el capítulo, pero no hay tal: es sólo el contrapunto de bellísimo, bucólico sosiego de una gente sencilla y menuda que ha vivido la aventura más peligrosa de su existencia, y, contra toda esperanza, ha sobrevivido.


(25-12-2003)


 


El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey - by , May 14, 2021
5 / 5 stars
Magistral colofón