Fin de curso fue un encargo de la productora sevillana “Rafa Films” al director y productor catalán Ignacio F. Iquino, para que fuera dirigido y ejecutivamente producido por su empresa “Emisora Films”.
El argumento o escenario original era del propio Iquino y de Francisco Prada; el director confeccionaría a la vez el guion técnico pero los diálogos estaban elaborados por Antonio Guzmán Merino, el “hombre fuerte” de la productora sevillana y asesor en tantos aspectos de su producción.
La película, rodada en los barceloneses Estudios Diagonal, correspondía a un producto propio de la “factoría Iquino” y era la respuesta a un encargo solicitado por la productora sureña. Como dice Ángel Comas, el encargo de Rafael González Rico era semejante a los que solicitaba Cifesa a este tipo de productoras en activo; en este caso, una comedia “llave en mano”, desenfadada, divertida, barata y comercial. Si la capacidad productiva de “Rafa Films” era limitada, su posibilidad de incluir el film en una red distribuidora rentable se hacía más que evidente; Iquino, de esa forma, cumplía, cobraba, y se desentendía de riesgos futuros.
La trama ideada por Iquino toma como escenario una residencia de estudiantes, antes hotel, que la dueña dirige con el recuerdo de un hijo perdido; por ello mismo, sus sentimientos y comprensiones para los problemas juveniles son ilimitados. El amor llega a la pareja de estudiantes formada por Miguel y Celi; la llegada del tío, millonario y protector del joven, provocará situaciones conflictivas dada su oposición a esa relación; los equívocos y las personalidades interpuestas complejizarán una situación que, con la llegada de otro tío, ahora de ella, proporcionará el deseado final feliz.
A destacar los diversos papeles de secundarios haciendo de actores, Fernando Fernán Gómez, José Isbert, Raúl Cancio, del propio Antonio Guzmán Merino como escritor, de Juan de Orduña como director y de Enrique Jardiel Poncela como comediógrafo.
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