Desde que saltó a las pantallas hace más de cuarenta años, el agente James Bond 007 con licencia para matar ha sido objeto de toda clase de imitaciones, parodias disimuladas o personajes similares, cosa nada difícil dado el carácter ya de por sí exagerado y poco realista del agente creado por Ian Fleming. Ahora es una productora británica muy especializada en comedias como “Cuatro bodas y un funeral” o “El diario de Bridget Jones” la que lanza una cinta claramente cómica, hecha con medios suficientes e incluso con algunos guionistas de la serie original de James Bond, esta “Johnny English” en la que el marcaje al personaje, a las situaciones, las chicas, los aparatos sofisticados o el villano es evidente para cualquier espectador.
Pero el elemento esencial de la operación reside sin duda en el protagonismo de Rowan Atkinson, mundialmente conocido por su creación televisiva de Mr. Bean, un personaje patoso que en breves episodios ha sabido durante años crear un auténtico prototipo humorístico. Pero como ya ha ocurrido en otras ocasiones anteriores, el paso de la pequeña a la gran pantalla y del corto al largometraje, en nada beneficia la eficacia cómica de Atkinson. Aquí todo resulta soso y sin gracia, las escenas de diálogo son insufribles, la gesticulación del actor queda muy cargante y apenas algún detalle suelto o las secuencias de acción aparecen algo más conseguidas.
El director Peter Howitt hace lo que puede, pero lo más penoso de “Johnny English” es ver al gran actor John Malkovich haciendo de villano que aspira al trono británico, de francés superpalo y gritando –en el doblaje— “Quiego la cogona, quiego la cogona”.
Johnny English -
by Juan-Fabián Delgado,
Apr 21, 2003
1 /
5 stars
Qué poca gracia
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