Keepers. El misterio del faro

La historia comienza con tres hombres que llegan a una remota isla desértica del Norte de Escocia, en la que hay un faro dotado de todos los adelantos técnicos, y comienzan la guardia marcada por la soledad, tras hacer el relevo y recibir el parte. Ellos son Thomas Marshall, un veterano con veinticinco años de experiencia, con un traumático pasado familiar, que es el jefe; James Ducat, que se despide de su esposa (única mujer que aparece en esta historia) y sus dos hijos para permanecer seis semanas en el faro; y Donald McArthur, un joven aprendiz en prácticas, dispuesto a asumir las lecciones de estos dos expertos en esas labores. Allí quedan aislados estos tres hombres, tan rudos como francos, tan entrañables como peligrosos, que se debaten entre la lealtad y la ambición. Lo cotidiano en sus trabajos les tiene ocupados, hasta que un día sucede algo inesperado y la tranquilidad del lugar da paso a convertirse en una tragedia.

El guion está basado, libremente, en una conocida y misteriosa leyenda escocesa sobre la remota isla de Flannan que, según dicen, se basa en hechos reales, que se remontan al 15 de diciembre de 1900, fecha en la que tres fareros desaparecieron sin que todavía se sepa el motivo, ni se tenga noticia de su paradero. Sobre ese supuesto los actores y guionistas Joe Bone y Celyn Jones, inventan esta historia de ficción aventurera de humanidad y muerte, en la que una noche, tras una fuerte tormenta, aparece un bote varado entre las rocas, con un cofre en su interior y un hombre herido.

Se trata de un thriller psicológico movido por la codicia, el aislamiento, la soledad y la paranoia, en un tenso relato sobre estos tres hombres entre los que se pondrá a prueba tanto su lealtad como sus códigos éticos, lo que los conducirá, en lucha constante con sus demonios internos, a la autodestrucción.

Está dirigido de forma concisa en la puesta en escena por Kristoffer Nyholm, un realizador danés que lleva varios años afincado en Inglaterra, que procede de la televisión, donde ha realizado varias series, y que ahora debuta en la dirección cinematográfica, tras ejercer de ayudante de Lars Von Trier, con este largometraje que cuenta esta historia a medio camino entre lo real y los fantástico.

El guion elucubra acerca de ese hecho que refleja la leyenda con una narración inventada acerca de lo que pudo pasar con su desaparición, para crear una intriga, en la que de paso se hace una reflexión sobre la ambición, la falta de confianza y la violencia ejercida para conseguir algo, aunque el cierre final no acaba de convencernos.

A lo largo del metraje vamos conociendo algo más del pasado trágico de Thomas y la locura en la que se ve inmerso James, lo que aporta también unos gramos de suspense. Hay un contraste entre la placidez de los primeros minutos con la tensión que se genera a partir de la hora de metraje, tras el suceso que origina los momentos de dura violencia y de muerte.

De los dos actores escoceses, Peter Mullan está realmente magnifico y Gerard Butler ha cambiado físicamente y comparte con él el principal papel. Junto a ellos la joven promesa de Connor Swindells, que no desmerece su trabajo al lado de estos dos monstruos, en un reparto exclusivamente viril.