Pelicula:

Tras pasar por los festivales de Mar del Plata, La Habana, Toulouse y Roma, llega a la cartelera con retraso La francesita (2017), una película de ficción, basada en hechos reales sucedidos durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Comienza en la actualidad, pero pronto un flashback nos retrotrae a 1983, situando la acción en el Poblado de La Victoria, un barrio marginal de Santiago de Chile, conflictivo políticamente, donde vive, con su madre y su hija, Gladys Gómez, una joven de 32 años, liberal y rebelde, con mucho carácter, atractiva y valiente, a la que todos llaman "la francesita".

Allí llega Samuel Thompson, un misionero norteamericano de 23 años, al que cobija en su casa, que es destinado para predicar la palabra de Dios y ayudar al necesitado, pero al mismo tiempo descubre la cruel realidad que las personas soportan cada día. Mientras realiza su misión evangélica, registra con su cámara fotográfica el clima de represión, la seria crisis económica y social, las protestas contra la dictadura, la lucha silenciosa de las gentes del pueblo que piden recuperar la democracia y cómo la CNI hace desaparecer a las disidentes, en un trabajo que hace para su universidad.

El director rescata unas imágenes de archivo que les han servido para reconstruir los hechos y se ayuda con casos judiciales contra el dictador para escribir el guion. El film refleja esa etapa oscura de la nación chilena apoyándose en el caso de esta mujer, una más de las desaparecidas del régimen, que bravamente lucharon contra el dictador.

A lo largo de más de cuarenta años asistiendo al Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, hemos visto más de una cinta sobre la dictadura pinochetista más duras que la presente, con represiones, torturas y violencia sin cuento, por lo que no nos llama la atención la presente, una producción en la que se nota la pobreza de medios y al mismo tiempo la dignidad con la que está realizada, con una gran sencillez en la puesta en imágenes de esta historia. Paralelamente transcurre la represión social y política e igualmente la sexual a la que somete Gladys al misionero.

Los actores se comportan bien, desde la protagonista Nathalia Aragonese hasta el pequeño Elías Collado, que se muestra con desenvoltura ante la cámara, dando la sensación de que algunos de ellos no son profesionales pero lo hacen con naturalidad.

Su director, Gonzalo Justiniano, es un veterano realizador y un documentalista de la memoria histórica y la violación de los derechos humanos en el Chile de Pinochet, como lo demostró de forma osada en su primer documental, La Victoria (1984), del que ha tomado unas imágenes de la lucha histórica para ilustrar esta película.

Con una docena de largometrajes en su haber, del que tuvimos ocasión de ver en el citado certamen onubense su cuarto film Caluga o Menta (1990), sobre las diferencias sociales en la capital chilena a través de la historia de tres amigos, siendo éste el último hasta el momento, que lleva a buen ritmo y con una correcta dirección de actores, en el que homenajea a aquellas mujeres luchadoras en una implacable realidad, más centrada en lo emocional que en los hechos históricos.


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96'

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La francesita - by , Jan 31, 2019
2 / 5 stars
Luchando contra la dictadura