La luz de mi vida

La luz de mi vida es el drama de un padre que se esfuerza por proteger a su hija, con la que trata de sobrevivir en un mundo cruel donde cada extraño puede ser una amenaza, con un futuro incierto en el que la confianza puede ser un error fatal, en una atmósfera de tensión que crece poco a poco ante la precariedad de la sociedad. Cuenta la historia de este padre y su hija ocultos en un bosque para refugiarse de un mundo post apocalíptico habitado por seres violentos, todos hombres, ya que ha habido una pandemia en la que casi todas las mujeres han muerto debido a un mal que únicamente les ha afectado a ellas.

Es la tierna relación que se establece entre Rag, una chica de once años y su padre, que se oculta bajo el aspecto de un chico, que cuando está en presencia de otros hombres, le llama Alex, para disimular su condición femenina. Ambos se han establecido con una tienda de campaña en un solitario bosque, lejos de la ciudad, a la que sólo acuden para comprar alimentos que complementan con lo que encuentran en el campo y de camino toman algunos libros de la destruida biblioteca con los que ambos se ilustran, ella en sus conocimientos básicos y él la manera de poder educar y enseñar a una niña, inculcándole valores y resolviéndole sus problemas como cuando le plantea cual es la diferencia entre la moral y la ética, algo muy complejo para una chica de tan corta edad, a la que le dice que el amor es lo mejor de la vida o cómo llegan los bebés a este mundo, explicándole todas las cuestiones sobre el tema del sexo.

Tras ser descubiertos en la soledad del bosque, deciden ponerse en camino y buscar un nuevo lugar, encontrando una casa vacía donde se quedan durante un tiempo breve, porque llegarán nuevas dificultades a las que tendrán que hacer frente.

La película comienza con un plano corto fijo del padre y la hija acostados, que dura diez minutos, en el que él le cuenta su versión muy personal de lo que fue el diluvio universal y la aventura de Noé con el arca, antes de dormirse.

Ese tipo de plano se vuelve a repetir en varios momentos del metraje en los que padre e hija mantienen alguna conversación, de lo que a veces abusa. De vez en cuando la narrativa se interrumpe con algunos recuerdos de él cuando vivía su esposa y eran felices, el nacimiento de su hija y también el momento en que se despide de ella aquejada del mal y a punto de marcharse de este mundo, recomendándole que la cuide y la quiera como un buen padre. No se explica por qué Rag se libra de ese mal mortal que le ha aquejado a la mayor parte de las mujeres.

Casey Affleck, tras actuar en casi cuarenta films, debutó en la dirección con I'm still here (2010), con Joaquin Phoenix, y con éste su segundo largometraje, en el que hace las veces de hombre orquesta al encargarse de escribir el guion, de ocuparse de la dirección, la producción y al mismo tiempo actuar en el papel de protagonista, asumiendo un comportamiento muy triste e introspectivo y en ese mismo tono se manifiesta cuando habla, mientras que la pequeña actriz Anna Pniowsky hace el contraste con un carácter y una actitud más alegre, que está realmente espléndida.

Tiene un ritmo lento, roto en ocasiones, en los que pesan los monólogos, lo que hace que cueste entrar en la trama, con un excesivo metraje para una historia en la que apenas pasa nada y con tan pocos personajes.