Legend (1985)

Cuando Ridley Scott presentó Los duelistas (1977), se habló de una película “a la manera de” Barry Lyndon (1975), una de las obras maestras de Kubrick. Lo cierto es que, siendo alabado Scott por su film, que era a la vez deudor de la barroca pero serena obra kubrickiana, pero también tenía autonomía propia, el cinéfilo no podía imaginar que sus dos películas posteriores, Alien, el octavo pasajero (1979) y, sobre todo, Blade runner (1982), supondrían un terremoto de incalculables proporciones en el cine moderno, estableciendo cánones (no hay monstruo alienígena desde entonces que no tenga parecido con el de Alien) y marcando modas (el icónico universo distópico de Blade runner sigue marcando tendencia, casi cuarenta años después).

Por eso, cuando Scott estrenó su siguiente film, este Legend, las expectativas eran enormes... y se vieron rápidamente defraudadas. Y es que Ridley pinchó espectacularmente con esta fantasía sobre la lucha entre el Bien y el Mal, confirmando que es un notable ilustrador de buenos guiones, pero un pequeño desastre cuando la materia argumental renquea, como es el caso, en el que una pareja de muchachos, Jack y Lili, en un universo legendario, habrán de enfrentarse al poderoso Señor de la Oscuridad.

Demasiado diseño, demasiado recargamiento barroco en una película con unas ínfulas que le pierden definitivamente, mucho más atenta a la lujosa producción que a contar coherentemente una historia. Tampoco ayudó mucho las evidentes influencias (mal digeridas...) de clásicos como las novelas que conforman la trilogía de El Señor de los Anillos, de Tolkien.

Tom Cruise, que con el tiempo se convirtió en uno de los hombres más poderosos de Hollywood, aquí estaba todavía en una época incipiente de su carrera, aunque ya había demostrado que en él había un valor en alza, en films como Rebeldes y Risky Business. Al año siguiente, con Top Gun, alcanzó ya el estrellato del que desde entonces no se ha apeado. Junto a él, una actriz que debutaba en la pantalla, Mia Sara, que después ha tenido una carrera más bien mediocre. Tim Curry había alcanzado notoriedad con su papel de “drag” en la película de culto (en clave petarda) The Rocky Horror picture show (1975), y aquí tenía que soportar un maquillaje realmente elefantiásico.

La película fue un fiasco absoluto en taquilla, recaudando en todo el mundo poco más de la mitad de lo que costó.

(20-03-2020)