Pelicula:

Francis Ford Coppola, uno de los grandes nombres del cine norteamericano de la segunda mitad del siglo XX, empezó a dirigir películas a principios de los años sesenta, bajo los auspicios de Roger Corman, el mítico productor y director, especialista en rodajes con presupuestos de saldo pero, con frecuencia, con buenos resultados (o al menos agradables de ver...). Cuando Coppola salió de la férula de Corman, dirigió tres films antes de El Padrino, que le entronizó como el cineasta más interesante de su tiempo. Esos tres films fueron Ya eres un gran chico (1966), que sería su trabajo de fin de carrera en la UCLA, el musical El valle del arco iris (1968), un encargo en el que tendría a sus órdenes a una leyenda como Fred Astaire, y esta Llueve sobre mi corazón (1969), primera película realmente propia de Coppola, por temáticas, preocupaciones e intereses, una obra que fue premiada con la Concha de Oro de San Sebastián, preanunciado así que el cineasta de Detroit estaba destinado a envites mayores (también a sonadas bancarrotas; pero esa es ya otra historia...).

Nueva York, a finales de los años sesenta. Una mujer casada, Natalie, siente que se asfixia en su matrimonio; sabe desde hace poco que está embarazada, y ello no hace sino complicar aún más su situación; su marido, Vinny, no es mal hombre, pero ella se siente angustiada por una vida que no identifica como suya. Coge el coche y se marcha, primero a casa de sus padres, que no entienden lo que quiere hacer, y después a vagar sin rumbo ni destino predeterminado por autopistas del país, por eso que hemos dado en llamar la América profunda, mientras llama de vez en cuando al marido para hablar con él. Recoge a un autoestopista, apodado Killer, que resulta ser un antiguo jugador de fútbol americano universitario, al que un porrazo mal dado en la cabeza en un partido le ha mermado apreciablemente sus capacidades intelectuales...

Tiene Llueve sobre mi corazón un tono melancólico, de drama existencialista, en una época en la que ese tipo de historias, sobre la angustia de vivir, gozaba de notable predicamento. Por supuesto, Coppola, que ya conocía todos los resortes cinematográficos, le dio un tratamiento muy personal, la historia de una mujer descontenta con su existencia, que se pregunta por su papel en la vida, pero que, siendo ella misma un ser desvalido, habrá de afrontar el hecho de velar por alguien aún más vulnerable que ella, un hombretón que, sin embargo, tiene mente de crío. Esa historia en la que ella habrá de luchar contra sí misma y contra su marido que la intenta convencer por teléfono de que vuelva, pero también contra lo que le dicta su corazón en cuanto a cuidar del gigantón retardado, se complicará finalmente con una imprevista aventura sexual con un policía en la que la mujer intentará buscar su lado más hedonista, más sensual, sin mucho éxito.

Película interesante aunque quizá todavía un poco balbuciente, en el sentido de que Coppola aún estaba buscando su propia voz, tiene sin embargo entidad, empaque, con un tono de cine independiente y rebelde que la hace muy apreciable. La trama se sigue bien, identificándose el espectador, cualquiera que sea su sexo, con esta mujer que se buscaba a sí misma y terminó encontrándose en convertirse en una lo más parecido a una figura maternal para un metro ochenta de hombre con un cociente intelectual de niño de cinco años.

Gran trabajo interpretativo de Shirley Knight, que siempre fue muy buena actriz. James Caan compone con tino el papel que le tocó en suerte, un tipo de personajes que para los actores son un auténtico bombón, y que él resuelve sin mucha gesticulación, lo que se agradece. Robert Duvall, como siempre, y aunque tiene un corto papel, está estupendo (¿cuándo no lo ha estado este hombre?).

(20-10-2019)


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101'

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Llueve sobre mi corazón - by , Oct 20, 2019
3 / 5 stars
Angustia existencialista en la América profunda