Cuando una película no funciona en su estreno en las carteleras americanas ocurre que llega con retraso a las nuestras, como le ha sucedido a Los amos de Brooklyn, pero bienvenida sea ya que se trata de una obra interesante dentro del cine negro norteamericano, tan devaluado últimamente por los thrillers de acción sin más sentido que la violencia y los efectos especiales, sin otra justificación.
El irregular director de color Antoine Fuqua, cuya filmografía comenzó con mediocridades y ha ido mejorando con el paso del tiempo y sucesivos largometrajes, tuvo en su momento su mejor título en Día de entrenamiento (2001) por el que obtuvo el Oscar Denzel Washington, su protagonista.
Realizador especialista en cine de acción ha superado el nivel alcanzado por aquel con Los amos de Brooklyn (2010) al hacer un cine negro serio y bien realizado, gracias a un notable guion del debutante Michael C. Martin, que mezcla de manera prodigiosa la actuación de tres policías que transcurre de forma paralela y que coinciden al final por azar del destino para resolver la trama, algo inesperadamente pero de forma original, que pone solución a las historias, sin someterse a los habituales mandatos comerciales.
Están muy bien diseñados los personajes, desde el que es honrado y le falta una semana para jubilarse y se ve sumido en la soledad al haber perdido el respeto de sus compañeros, hasta el que mata para quedarse el dinero del narcotráfico para solucionar los problemas de su familia, pasando por el infiltrado en una organización de venta de droga, en la que hace de topo, teniendo que traicionar al jefe, que le salvó la vida y se convirtió en su mejor amigo.
Antoine Fuqua crea muy bien el ambiente del mundo sórdido de los barrios bajos, llenos de peligro, de culpabilidad, desesperación o angustia en la que viven estos hombres con sus problemas morales, mientras hace una crítica de la corrupción policial y de la pobre sociedad actual, al tiempo que reivindica el cine de este género que se hacía en las décadas precedentes.
Durante el transcurso de la trama aparecen otros temas como la frustración en el amor, el fracaso en el cumplimiento del deber, la amargura y la desesperación ante una situación sin solución o por la enfermedad que se intenta remediar a base de dinero obtenido ilegalmente.
Tiene un amplio reparto de destacados actores sacándole buen partido a sus intensos trabajos en este film opresivo, realista, con escenas de acerada violencia con el que Fuqua regresa a su género preferido, dosificando con sabiduría los momentos de acción, olvidándose del efectismo de los que dirigía al comienzo de su carrera, aquí con una puesta en escena en la que la cámara de Patrick Murgia se mueve de forma majestuosa y sin montaje crispado.
Los amos de Brooklyn -
by Francisco Casado López,
Oct 04, 2011
3 /
5 stars
Tres detectives
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