The warriors. Los amos de la noche

Walter Hill (una gran esperanza blanca del cine yanqui de los años setenta y ochenta, años más tarde perdido en productos endebles y olvidables) consigue uno de sus mayores éxitos comerciales de su buena época con este The warriors. Los amos de la noche, un film anticipador del cine de violencia juvenil que posteriormente se constituirá prácticamente en un subgénero del de acción.

Inspirándose libérrimamente nada menos que en La Anábasis de Jenofonte (a quien me temo que el común de los mortales debe tomar por un futbolista del Panathinaikos...), Hill narra la azarosa vuelta a su predio de dominación de una banda urbana, cruzando una auténtica jungla de asfalto, la ciudad de Nueva York en sus barrios menos conocidos: la otra cara de la América opulenta.

Film de raro nervio y vertiginoso ritmo, es seguramente la película de su director que mejor se conserva, lo mejor de la carrera de un hombre que después ha perdido el norte, quedando al servicio de estrellitas de baratillo. Protagoniza Michael Beck, entonces una promesa y hoy enterrado en cutres producciones televisivas.

(12-06-2005)